Sin tiempo

Tengo más de diez entradas empezadas pero sin terminar. Cada vez que se me ocurre una idea creo la entrada le pongo título y la guardo, pero después casi nunca consigo terminarla. Hasta me he saltado el #FotoFinde de esta semana, ¡yo que era fiel seguidora desde que lo descubrí!. Tengo comentarios atrasados sin responder, un montón de premios que recoger y mucho por leer.

Estoy desatendiendo a #MiTribu. Cada vez que entro a ver como les va tengo más de 1000 mensajes por leer, y claro por mucho que me interese lo que dicen después de dos días no me voy meter en una conversación ya terminada. Sabed que sigo viva, os quiero y os leo (pero un poco en diferido).

Nunca pensé que la mudanza me fuera a consumir tanto tiempo, ni que se fueran a alargar tanto sus consecuencias. La primera semana fue limpiar el piso, colocar cosas y limpiar el que dejábamos (si, somos de esos inquilinos que tratamos de quedar bien). Y claro es muy complicado hacer cosas seguidas cuando hay algún obrero rematando cosas, la cocina tardó en terminarse una semana más de lo esperado. Después las compras obligadas y no tan obligadas, ya hemos encargado todos los muebles del salón, con visita a fábrica de muebles incluida (menos mal, nos hemos ahorrado más de 1000€ en el mismo mueble), en dos meses lo tendremos completo. Buscar barras de cortinas que se puedan poner sin hacer agujeros, buscar estanterías para las ducha sin agujeros también... nos da miedo el taladro, igual muerde. Hacer cuentas y más cuentas de lo que nos podemos permitir y no; listas y más listas de lo que nos corre prisa o puede esperar, cambios de planes (lo primero eran los taburetes de la cocina y al final hemos comprado todo el salón antes puffff). Hacer la comida para comer en el trabajo que ahora no nos da tiempo a ir a casa. Y a pesar de haber pasado casi tres semanas, y no haber parado más de 10 minutos, aun me quedan cosas por limpiar, aun tengo cosas en cajas, aun me quedan cosas por comprar, aun me está sobrealimentando mi madre a pesar de tener cocina. Espero que esto se normalice pronto.Otra de las cosas que me mantienen un poco alejada, creo que le he conseguido dedicar 3 horas enteras en estas tres semanas, es el proyecto fin de carrera. Pretendo entregarlo en julio, pero el mes se acerca y yo aun tengo cosas por hacer. Así que todo mi tiempo libre, que no es mucho, lo dedico al proyecto. Así que con un poco de suerte reapareceré en Julio sin fuerzas pero mucho más feliz, por tener sofá, y un título nuevo. Desearme mucha suerte.Casi se me olvida, la gata se ha empeñado en que practique para cuando sea madre y ha estado una semana despertándose por la noche y maullando como si no hubiera mañana. La pobre se perdía, iba a la arena y después se asustaba (supongo que porque aun no estaba acostumbrada al piso nuevo), así que tocaba levantarse, buscarla y volverla a meter en cama. Por suerte parece que ya está mejor y esta semana no ha maullado por las noches.

¿Todas las mudanzas son así?¿Os ha pasado algo parecido de tener una época de no poder ni respirar?¿Vuestras mascotas se han resentido a una mudanza?