- DIRECTOR: David Ayer
- ACTORES: Jake Gyllenhaal, Michael Peña, Anna Kendrick, Frank Grillo, America Ferrera, Natalie Martinez, Cody Horn, David Harbour
- CRITICA: "Sin tregua" se puede decir que es una vuelta de tuerca a las típicas películas de policías, y más concretamente a las "buddy movies" policíacas.
Los protagonistas son dos policías que patrullan las peligrosas calles de Los Ángeles, que realizan su trabajo con mucha (tal vez demasiada) pasión, realizando muchas detenciones y ganándose la fama de duros. Tras realizar unas detenciones, un peligroso grupo de narcotraficantes irán a por ellos, para acabar con sus vidas.
Uno de ellos se dedica a grabar sus jornadas con varias cámaras, situadas en el coche patrulla y en sus uniformes.
La película está rodada prácticamente al completo desde la perspectiva de esas cámaras, que al mismo tiempo que le dan un gran aire de realismo, también acaba siendo demasiado cargante, se abusa en exceso de ello y en pocos minutos acabas un poco aturdido. Y este es el gran problema de "Sin tregua", lo que hace que sus virtudes se vean eclipsadas en gran parte.
Durante la primera hora se nos presenta a los personajes y vemos cómo se desarrollan sus días de patrulla. Entre que se abusa del uso de la cámara en primera persona, y que hay partes que son aburridas, como la boda, esta primera parte se hace difícil de seguir, la verdad.
Menos mal que la siguiente media hora o así es lo mejor de todo el metraje, llegando a ser incluso notable diría yo. Cuando los protagonistas se ven envueltos en el asunto con los traficantes, la película por fin hace que te metas de lleno en ella, siendo el mejor momento para emplear la cámara en primera persona.
Las escenas finales tienen una buena dosis de intriga y están bien resueltas, merece la pena haber llegado hasta ahí. Lástima que tras lo que debería haber sido el final, hay otra escena que acaba destrozando el clímax alcanzado anteriormente, que hubiese sido un cierre perfecto para la historia.
Respecto al reparto me ha parecido muy bueno, sobre todo Jake Gyllenhaal y Michael Peña, que realizan dos interpretaciones muy destacables, sobre todo el primero, dejando un poco de lado sus habituales papeles de chico bueno.
Tras acabar de verla me ha quedado la sensación de que la película daba para mucho más, que en el fondo es una buena película, pero que su excesivo empleo de cámara subjetiva hace que se vuelva difícil de seguir, sobre todo en su primera parte. Una pena, porque tiene otras virtudes interesantes.
Mi nota: 6
Saludos.
Kasko.