Sin tu regalo no lo celebro

Feliz año nuevo deberían o no decirlo nunca o decirlo dos veces a lo largo del año: el 1 de enero y el día de tu cumpleaños. En esa fecha comienza el año natural de cada cual. Vaya, ahora veo que también podrían deseártelo después del verano…

Hay varios momentos entonces a lo largo de la vida, tal y como está compartimentada, en los que podemos salir a la superficie a tomar aire o subir al palo mayor de nuestro barco vital para ver si aparece la costa, una isla desierta en la que descansar del decorado geográfico y humano que nos rodea habitualmente, una ocupada por aborígenes que se sorprendan de vernos, o algún náufrago como nosotros con ganas de conversación.

Esto de cumplir años es una convención como otra cualquiera. Tantas veces les preocupa más a los que te rodean que a uno mismo. La gente es muy cruel con eso de las edades en todas las épocas de la vida. Cuando tienes uno y todavía no caminas, cuando tienes dos y no hablas, cuando tienes tres y aún no vas al cole, cuando tienes uno menos que tus compañeros de clase y no te toman en serio, cuando aún no tienes 15, o 18, ni te cuento, o veintiuno, o treinta y aún no tienes novia, o esposa, ni hijos, ni trabajo estable, o tienes ya 40 y la casa sin barrer… Qué agobio se puede llegar a tener con esto de los años, y con todo si uno lo mira al revés.

Yo esta vez los estoy encajando bien, incluso muy bien, pero no estoy seguro de tener mucho mérito en ello, puede que me haya dado por ahí. Claro que encuentro razones para estar contento, pero aún si no las tuviera, o faltase alguna, debería estar encontrando la manera de disfrutar de esa felicidad que no depende tan estrechamente de las circunstancias.Tengo salud, familia, casa, trabajo, ilusiones, talento y energía para llevarlas a cabo, ¿alguien da más? Eso es lo que yo tengo, luego está lo que vosotros sois y tenéis para mí allí donde estáis cuando me recordáis, las veces que hablamos por escrito o por teléfono, y los raros momentos en que nos cruzamos en esta vida que va tan deprisa.Aprovecho pues el día de mi cumpleaños para agradecerte y hasta reclamarte como regalo. Quiero tu sonrisa, tus buenos pensamientos hacia mí, tu crítica constructiva, tus abrazos a destiempo, tus besos quiero. Tus mensajes, tus llamadas telefónicas, tus fotos, tus versos. Tu música, tu voz, tus éxitos y tus fracasos, tu paciencia, tus ocurrencias, tus payasadas y la manera en que celebras o inspiras las mías… 
A ti por entero quiero alguna vez a mi disposición acertando a ser tú, que me encantas.