Sincretismo acústico

Publicado el 25 febrero 2011 por Amamantando

Por LS

De las serpientes habrán de cuidarse los lúcidos que
en medio de tanta hipocresía
decidan emprender una vida frugal

Por suerte ya no se habla o resulta inverosímil señalar a un puñado de bandas como protagonistas de una emergente escena musical. Y a esta altura ya nadie ignora que los recambios y sorpresas aparecen por los pliegues de la visibilidad o del estoicismo underground. Una vida frugal y Warning with the snake son nuevas agrupaciones que se valen de un formato acústico minimal para no traicionar la templanza que les confiere una forma fresca y lúdica de componer. Cualidades acaso que supieron postergar luego de tocar durante décadas en agrupaciones de rock agresivo. Provenientes de zona norte y oeste de la provincia, estos juglares treintañeros dieron sus primeros pasos en la música de la mano del skate, cuando los ochentas sucumbían y el mercado se licuaba en el frenesí del uno a uno. Armaron bandas punks, hardcore y skaterock, entre otros subgéneros. Algunas de ellas fueron Extremo Opuesto, Confort Supremo, Bhakti, Lobotomía, Flores del Sol y Amoeba. Hoy, viéndolos hacer un folk que podríamos señalar como revisited, ejecutado con madurez y gran versatilidad, parece estar a las antípodas de aquellos gritos primales; sin embargo, no es más que la continuidad de ese mismo espíritu y mensaje sólo que por otros medios.
Ahora bien, qué singularidad encontramos en el bordoneo de sus guitarras antiguas españolas, de qué va la letrística y qué transmiten sus anémicas y dulces melodías. En la trastienda de los arpegios y del típico formato folk, se aprecian claros gustos por el blues, jazz, flamenco y el indy pop. Se valen de accesorios como las cajas chinas, pezuñas, caxixis, que completan los ritmos marcados por djembes y cajones peruanos. El “Pájaro”(Gonzalo Rainoldi) es guitarrista y compositor de Wwts y Florencia Gabelli, (ex Los Palos Borrachos) es la voz líder. Ella entona dulce y con melancolía las canciones sintéticas del pájaro que destilan lozanía compositiva y que algunas apenas superan el minuto veinte. La voz de UVF está a cargo Luis Schiebeler (No Reflector y ex Mar Nouveau) que canta con un estilo flexible, improvisando constantes modulaciones. Puede pasar de la cadencia dramática a tarareos infantiles y durante los fraseos oscuros se cuela inevitables ribetes spinetteanos. Los arreglos de guitarra eléctrica son de Nicolas Pierri (ex Mar Nouveau y The Fallwinter) que van hacia el entrevero disonante de la rítmica mientras que al frente de los coros y percusión está Mariana Palomino. Casi todo lo cantan de a dos, como si tuvieran temor de que sus relatos y poesías quedaran exánimes a cargo de sólo una voz. Sus letras abordan el desprecio hacia a los pensamientos circulares, los que encierran e inmovilizan la maquinaria deseante de los artistas motorizada por la creatividad y los placeres libertarios. Otras sugieren prudencia en las relaciones entre los hombres y su entorno. Advierten por ejemplo, no brindarse del todo sin antes mirar fijo a los ojos y escanear hasta llegar a la esencia de los devenires. Hablan de permanecer estoicos ante el espeso nihilismo contemporáneo y, a la inversa de la corriente, de “sumergirse en el abuso de lo ideal”. De ponerse a los hombros la ardua tarea de recobrar los sueños más auténticos e insobornables. Sus poesías también aluden a un estilo vida donde el hombre hace díadas conectivas con las entidades y la naturaleza.
En concreto, ésto no es hardcorepunk goes folk. Nada que ver con forzadas tentativas de unificar lo disímil. Son músicos que han llegado a una instancia de madurez propiciada por un sincretismo que se vuelca a lo acústico. Acaso la síntesis de otroras pretensiones que tanto olían a puro espíritu adolescente.


El 4 de Marzo a las 22, las dos bandas estarán juntas dando un show en Burlesque Bar, Hipólito Yrigoyen 2150, Congreso