Nargile
Siendo viernes, la hora que es y toda la pesca, voy a enchufarme una cervecita. Voy a poner los pies encima de la mesa, ya un poco rayada. Una nargile y, a lo mejor mañana bajo al Cagaloglu, a que me hagan el "Tratamiento del Sultan". Mucho mejor que el de Çemberlitas, creedme. Si algún turco lee esto, que disculpe mi ortografía. Mi portatil es hispano.Voy a relamerme. A saborear cada sorbo de mi Mahou, cinco estrellas, edición limitada de 44 cl. Vale la pena. Estamos ante la constatación de que el colectivismo, ese colectivismo llamado socialismo de izquierdas y de derechas, demuestra cada día ser más imposible.
Algunos, el que suscribe entre ellos, estamos convencidos y vemos en la explicación de Huerta de Soto un argumento real y demoledor. Para aquellos que no lo conozcais recomiendo buscar "huerta de soto crisis socialismo" en youtube y chuparse los videos. Es una más que amema conferencia. En romano paladin... la creatividad hace imposible el colectivismo. El hiperestado controlador no puede funcionar gracias a la imaginación. Suena cuasi-romántico.
Esa teoría se hace plausible estos días. Con la ley Sinde. Una ley llamada a poner coto a las descargas de archivos, algo que a día de hoy (o de mañana) está superado técnicamente. Quiero decir que probablemente en poco tiempo tendremos la herramienta informática que permita circunvenir la ley, sin ser ilegal. Estoy convencido de ello.
La ley Sinde quiere poner puertas al campo. El estado quiere callarnos. Coartarnos. Coaccionarnos. Cobrar la mordida. Pero no puede acabar con la creatividad. Esos maravillosos frikis andan gigas por delante de la anquilosada clase política mundial. Y nos darán la solución.
Entonces llegará el estado, tarde y mal, perdidendo el resuello y sacando la lengua y querrá controlar de nuevo lo que hace años que se le está escapando de las manos. Y prohibirá. Coartará. Coacionará. Acabará como en Francia o en Egipto, desconectando internet a los supuestos infractores. Pero ya se ve como acaban estas cosas.