Sindicalistas feos

Publicado el 08 diciembre 2012 por Cronicasbarbaras

Arturo Fernández, el actor que a sus 83 años sigue enamorando a señoras mucho más jóvenes, ha provocado una convulsión social y laboral al afirmar que en España los dirigentes sindicales son feísmos, lo que explica el fracaso de las huelgas generales que convocan.

Quizás sea porque la gente enfadada no enseña su mejor cara: a Fernández Toxo iba para querubín de retablo parroquial se le quedó un gesto torcido, y Cándido Méndez, que era como el Ecce Homo original de Borja, Zaragoza, se semeja ahora a la pintura restaurada por doña Cecilia Giménez.

Aunque el más parecido a ese nuevo icono es Oriol Junqueras, el acalorado líder de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC).

Arturo Fernández, descendiente de socialistas y anarquistas, cree que hay gente que no nace fea, sino que se hace, ergo también puede ser al revés.

Mire usted qué buen ver tiene trajeado Luis de Guindos, el ministro de Economía. Póngale usted una boina raída, una colilla en la boca y un cayado entre las manos, y verá la España aldeana hablando de finanzas como uno de los dos ancianos de Soria que se hicieron famosos en YouTube por profetizar en 2007 la crisis actual.

Podría ser que los ricos aguaparan más que los pobres, y por eso los escandinavos tienen mejor aspecto que los sureños, como los españoles.

Las morenas españolas se tiñen de rubias para no parecer meridionales, sino walkirias, o eslavas como las rusas.

La ventaja de los españoles de ambos sexos es que avejentan mejor: las finlandesas o las rusas se ponen feas y gordísimas con tanto vodka, y las españolas aguapan.

Como el anciano Arturo Fernández, que aparenta ser mocito, al contrario que el exguapo Robert Redford, siete años más joven, que recuerda ahora a una momia milenaria.

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