Aquí te cuento todo sobre el:
¿Qué es el síndrome mano-pie-boca o enfermedad de Coxsackie?
El síndrome mano-pie-boca ocurre con más frecuencia en niños en edad preescolar, aunque también pueden contraerlo los adultos y los niños de cualquier edad (la mayoría de los adultos han desarrollado anticuerpos de esta enfermedad por haber estado expuestos a ella). Aparece con más frecuencia en verano y otoño.
La causa del síndrome mano-pie-boca puede ser una serie de virus, de los cuales el más común es el virus Coxsackie. Por lo general los niños se recuperan muy bien, sin tratamiento, en el periodo de una semana a diez días, aunque en casos muy poco frecuentes puede derivar en una meningitis viral o encefalitis (inflamación del cerebro)
¿Cuáles son los síntomas?
Si tu bebé contrae el síndrome mano-pie-boca, primero tendrá un poco de fiebre. También podrías observar que su apetito no es el de siempre, y posiblemente tenga dolor de garganta y se sienta mal en general.
De uno a dos días después de haber empezado la fiebre, le aparecerán unas llagas dolorosas en la boca, sobre la lengua, las encías o la parte interna de las mejillas, así que, posiblemente, estará irritable. También es posible que a tu pequeño le aparezca un sarpullido en las palmas de las manos, las plantas de los pies y tal vez las nalgas. El sarpullido, que no produce comezón, aparece en forma de pequeños puntos rojos sin relieve que pueden transformarse en bultos o ampollas.
¿Es contagiosa esta enfermedad?
Sí, el virus puede transmitirse a través de las secreciones de la nariz y garganta, el líquido de las ampollas o las deposiciones. Si bien tu bebé es más contagioso durante la semana en que muestre los primeros síntomas, el virus puede seguir contagiando en las semanas siguientes.
Si tu bebé va a una guardería, quizás tengas que mantenerlo en casa hasta que sus síntomas hayan desaparecido, o incluso más tiempo. Revisa con el personal de la guardería, las normas que tienen respecto a las enfermedades.
¿Debería llamar al médico?
Sí. El médico no podrá hacer mucho, pero te puede sugerir cómo bajarle la fiebre y aliviar el dolor. Y en caso de que no estés segura de que se trate de la enfermedad mano-pie-boca, el médico podrá confirmarlo al examinar a tu pequeño.
Tu doctor vigilará muy de cerca cualquier síntoma de deshidratación, ya que posiblemente las llagas en la boca pueden dificultarle a tu bebé el beber líquidos.
¿Cómo debo cuidar a mi bebé mientras tiene el síndrome mano-pie-boca?
Si tiene un cuadro relativamente leve de esta enfermedad, no podrás hacer mucho más que observar si tiene fiebre y asegurarte de que tome suficiente cantidad de líquido y alimentos. No obstante, si presenta un cuadro grave, puede que se sienta realmente mal. Debes prepararte para tenerle mucha paciencia y tranquilizarlo, además de insistir con los líquidos.
Si ya come alimentos sólidos, evita darle cosas saladas, condimentadas o ácidas mientras le duela la boca. Además, los alimentos blandos le resultarán más fáciles de masticar. Las bebidas frías, los helados y las paletas le pueden aliviar el dolor.
¿Puede mi bebé contraer esta enfermedad más de una vez? ¿Cómo puedo prevenirla?
Tu bebé puede enfermarse nuevamente de mano-pie-boca. Al igual que con los resfriados, tu niño desarrollará inmunidad al virus específico que lo enfermó, pero son muchas las cepas virales que pueden producir la enfermedad.
Toma precauciones tales como lavar con frecuencia las manos de tu pequeño, lavar y desinfectar los juguetes y otros objetos que pudiesen tener gérmenes, y tratar de evitar a niños infectados. Aun así, es imposible garantizar que tu bebé no contraerá la enfermedad si está expuesto a una persona infectada.
¿Qué hago si estoy embarazada y mi pequeño se enferma? ¿Estará en peligro mi bebé?
Si estás expuesta al síndrome mano-pie-boca durante el embarazo, la probabilidad de que el feto resulte afectado es muy pequeña, pero deberías mencionárselo a tu obstetra. Lávate las manos con frecuencia después de cambiar pañales o de atender las necesidades de tu niño enfermo. También podría serte de utilidad el uso de guantes para minimizar el riesgo.
Fuente: Babycenter