¿Síndrome post-puente?

Por Una Mamá (contra) Corriente @Mama_c_corrient

El puente, a pesar del mal tiempo que ha hecho en Madrid y de las grandes aglomeraciones en todas partes, ha estado muy bien. Hemos descansado, hemos hecho algunas compras pendientes, hemos quedado con amigos, he adecentado la casa mínimamente y hasta me he adecentado yo. Estoy satisfecha.
Pero esta tarde ya tenía yo mi particular síndrome post-puente. Pensaba que esta sensación tan desagradable de los domingos por la tarde tendría que esfumarse cuando dejara de trabajar, pero nunca me la he quitado de encima, y eso que llevo ya año y medio sin trabajar. Y es que, inevitablemente, cuando mi marido se va a trabajar yo inicio también mi jornada laboral, distinta desde luego, pero también de muchas más horas, y además muchas horas sin hablar con ningún adulto. Se nota, es indudable.
Lo que me ha pasado esta tarde, me conozco bien, es que mañana por la mañana tengo que recoger los resultados del pre-operatorio y con ellos ir a la consulta de mi ginecólogo. Aunque mañana no creo que me de fecha concreta, no puedo evitar estar intranquila.
Además, mi marido no está en un momento laboral relajado precisamente y soy consciente de que su ayuda en estos días en que me opere va a ser escasa. No puedo evitar sentirme algo sola y con la sensación de  tener casi casi que pedir permiso para poder operarme, para ver si a los demás les viene bien. Supongo que sigo en mi línea habitual de no sentirme cómoda pidiendo esfuerzos a la gente, pidiendo ayuda, darme cuenta de que en esta ocasión es inevitable depender de los demás...
Ya daré más detalles, cuando los tenga.