Ésta es una situación que no acontece en el nuevo homenaje a Litto Nebbia, producido por Fabián Spampinato, director de la FM D-rock! (89.7 en Mar del Plata, disponible en la web). El hombre ya llevó a cabo la noble tarea de reconocer a Luis Alberto Spinetta mediante el álbum triple Al Flaco… dale gracias (2007, disco al que se sumó en 2010 Sola en su cuarto); y a León Gieco en 2009, con el doble Guardado en la memoria. Todo esto, producido con un objetivo: ayudar al comedor Fueguitos de Mar del Plata, la ciudad donde vive Spampinato.
Con la excusa de la reciente edición del bello (en contendido y packaging) Sinfonías para catedrales vivas, les hice algunas consultas a homenajeado y homenajeador y, por suerte, ambos se prendieron a contar un par de detalles. Lo primero que se encargó de aclararme Spampinato fue la diferencia entre tributo y homenaje: “Para mí homenaje y tributo se diferencian, un tributo es pagar un impuesto. Lo que estamos haciendo es homenajear a un artista, no tributándolo. No le estamos pagando nada, al revés: le estamos devolviendo a él, con cariño y un poco de arte”. Y para que no (me) queden dudas acerca de la diferencia entre ambos términos, Fabián me afirma que además, “la palabra homenaje suena más fresca, más transparente y más lumínica”.
Spampinato atravesó diversos problemas durante la realización del álbum triple, inconvenientes que demoraron su salida y convirtieron al proyecto en el más arduo de los tres realizados por él hasta el momento. Entre dificultades de salud, económicas y cotidianas (se le inundó la casa en marzo de 2010, en julio del mismo año un rayo quemó todos sus electrodomésticos; todo eso derivó en un pico de estrés a comienzos de 2011), la culminación de Sinfonías... tardó en llegar: “La convocatoria de músicos y demás se hizo entre fines de 2010 y todo el 2011, fue un año y pico de laburo. Cuando estaba saliendo del estrés, recibo la noticia de que Ricardo Mollo decidía bajarse del disco. Nunca dijo exactamente por qué”. Sin embargo, el productor supone que todo tiene que ver con una gacetilla enviada a los medios por el Vasco Urionagüena -baterista y productor de La balsa, el tema que ya había grabado Mollo- con fotos del líder de Divididos cantando. “Eso me parece que no le gustó a Ricardo, que se diera a difusión aquellas imágenes previo a que él firmase el acuerdo. Por eso lo terminó cantando Litto, y él mismo llamó a Soulé”. En la nueva versión del tema iniciático del rock nacional, participan además Ciro Fogliatta, Fernando Blanco, Lucrecia López Sanz, Gonzalo Aloras y Brian Ray, el guitarrista de Paul McCartney que se encarga de ejecutar el solo.
En tanto, Litto me cuenta que recibir este homenaje es un gran orgullo: “Sentimentalmente te gusta todo, no dejás de pensar en que alguien se ha dispuesto a cantar una canción tuya de alguna época”. El homenajeado se encarga de destacar las buenas interpretaciones en general, lo que quizá reafirme aquella homogeneidad sonora que se comentaba al principio de este texto: “Los discos me parecen parejos en interpretaciones y, justamente, lo que los hace interesantes es que cada quien ha proyectado sobre su ideal personal”.
Cabe destacar la cantidad y calidad de artistas que participan en los tres álbumes: desde bandas y solistas noveles como Leandro Kalén, Excursiones Polares, La Perla Irregular y Micaela Vita, hasta reconocidos músicos del rock argentino (Skay Beilinson, León Gieco, Miguel Cantilo, Gustavo Santaolalla, el mencionado Soulé); rarezas como Zambayonny, nuevos valores del jazz y el folklore (Andrés Beeuwsaert, Alan Plachta, Pipi Piazzolla) y el aporte del mismísimo Nebbia regalando un inédito, La aventura, a modo de agradecimiento.
Fabián Spampinato se dio un gusto, como broche de oro del álbum triple: “Hay un homenaje a mi familia en el álbum: el último tema de los 64 es Madre, escúchame, cantada por mis tres hermanos; yo toco el bajo, teclados y guitarras, y además están mi hijo y mi sobrino. Hay referencias a los Beatles y a Amor de primavera, un tema que le gustaba mucho a mi vieja”.
A su vez, el director de FM D-rock! regresa en el tiempo para rememorar sus primeros momentos con la música de Litto: “En casa, cuando vivía en Mataderos, fui de los primeros en escuchar a Los Gatos. Uno de mis tres hermanos tocaba la guitarra y la batería, y siempre tocaba temas de los Beatles, Los Gatos y Almendra. Toda la discografía de Litto hasta que se fue del país, es fundamental para mí conformación artística. Después, entre comillas por culpa de él -que edita 4 o 5 discos por año-, es imposible seguirle toda la carrera y alguna placa se pierde en el camino”.
Para finalizar, el homenajeado se anima a destacar algunas de las versiones que le agradaron, aclarando previamente que “haciendo una lista de ‘preferidos’, para nada son los mejores, son sólo algunos que me impactaron de entrada por diversas razones”. Acto seguido, enumera las siguientes participaciones: “Madre, escúchame (Gustavo Santaolalla); Muerte en la catedral (Andrés Ruiz, Andrés Ravioli y Defórmica); Nino y la invitada (Armani Cuarteto); Ellos, los mares (Nath Ottaviano); Deja que conozca el mundo de hoy (Leo García); El Cielo Protector (Gonzalo Aloras); Esperando un milagro (Andrés Beeuwsaert); Cadenas y moneda (ReddLand con Emilio del Guercio y Rodolfo García); Necesito saber (La Minú Band); Tatuaje desnudo (Cabrío) y Restaurant del diablo (Salomar)”.
* Para los que deseen, el álbum Sinfonías para catedrales vivas se canjea en Mar del Plata por alimentos para el comedor Fueguitos (Uruguay 137, Mar del Plata). Otra manera de convenir su entrega es mandando un mail a fabispampinato@yahoo.com.ar. Aprovéchenlo: es una buena manera de ayudar y, a la vez, disfrutar de buena música.