"Material de filmación encontrado ayuda a un novelista que se basa en hechos reales a descubrir cómo y por qué una familia fue asesinada en su nuevo hogar, a pesar de que sus descubrimientos ponen a toda su familia en el camino de una entidad sobrenatural."
Y es que la historia de un escritor en franca decadencia esperando un regreso a sus quince minutos de fama se ha visto varias veces, y también todos los elementos secundarios que rodean a dicho argumento: una mujer que lo apoya casi ciegamente, hijos disconformes, oficiales de policía que desconfían de su criterio y demás. Una vez que este escritor comience a investigar más sobre los antiguos habitantes de la casa a la que acaban de mudarse -cuya muerte se puede apreciar en la angustiante escena inicial-, más detalles escabrosos saldrán a la luz y un espectro del pasado se hará presente en la peor de las maneras.
Para ser una película que costó alrededor de $3 millones, esta luce muy pero muy bien: sus ambientes modestos son aprovechados con tacto por el director para crear un elemento realista, por más que la historia diste bastante de serlo. Tal credibilidad se sostiene convincentemente de la mano de Ethan Hawke, un actor que uno no pensaría que estuviese ligado al horror, pero que es un detalle que suma y mucho con una actuación interesante y honesta, más en los momentos duros de la película, cuando poco a poco la verdad se va haciendo evidente.
Calificación: B