Y llegó el día. Por fin los millones de fans que Katniss Everdeen (Jennifer Lawrence) tiene por el mundo, pueden ver en pantalla grande el 'principio del final' de esta apasionante historia que no dejó indiferente a nadie hace ya algo más de dos años.
La película no se disfruta como las otras. Eso es evidente. En 'Sinsajo. Parte I', falta esa verdadera chispa que debe incendiar una revolución y que, hasta ahora, Lawrence siempre ha sabido transmitir a la perfección.
Pero la pregunta que todos nos hacemos es: ¿era necesario dividir 'Sinsajo' en dos partes? Para mí no. Yo, que me leí el libro, soy plenamente consciente de que tal vez si no lo hubieran hecho hubiésemos criticado que faltaban cosas. En cambio hoy, después de ver esta película, sólo puedo decir que falta algo. Las escenas de acción a las que esta saga nos tiene acostumbrados, brillan por su ausencia (salvo la visita de Katniss al Distrito 8). Cierto es que los 'juegos' se acabaron, pero se supone que este es el principio de una verdadera revolución, aunque realmente esta comenzaba en 'En llamas'.
De quitarse el sombrero, eso sí, la maravillosa interpretación de Donald Sutherland como el temible Presidente Snow. El tío da miedo de verdad, y es listo como él solo. Muy destacables también las apariciones de Julianne Moore (Presidenta Coin) y el tristemente desaparecido Phillip Seymour Hoffman (Plutarch), quienes realizan un papel 'correcto' respecto al libro. Muy decepcionante la corta aparición de Woody Harrelson (Haymitch), no por la interpretación de este actor que está en racha, sino porque casi ni aparece cuando su papel junto al Sinsajo debería ser mucho más destacable.
Lo bueno: esta saga sigue siendo una nada sutil sátira de cómo se usan los medios de comunicación hoy. Las dos primeras entregas eran una directa crítica de los reality shows y de cómo los espectadores son manipulados e incluso lo manipuladores que pueden llegar a ser los concursantes de este tipo de programas. Todo con un transfondo muy en armonía con nuestra realidad y que, pese a quien pese, ha sido el culpable de la perfecta conexión entre esta historia y el público (sobre todo adolescente).
En la tercera parte (que no última) la reflexión es mucho más sencilla, acercándose al hecho de cómo se usan los medios de comunicación actualmente no sólo como propaganda política (su uso más histórico), sino como una verdadera arma de guerra capaz de minar la confianza del enemigo.
Jennifer Lawrence interpreta en esta película a una heroína mediática por encima de todo, capaz de incendiar a todo un país harto de ser manipulado y, sobretodo, explotado. Y es que, en eso consiste la conexión que todos tenemos con 'Los Juegos del Hambre' y con la señorita Everdeen.
Sin duda, ninguna escena transmite tanto como la última. Katniss no transmite tanto en las más de dos horas que dura 'Sinsajo' como en el minuto 'final' de esta película. Ya que han cortado, por lo menos lo han hecho bien. Un momento para concluir la primera parte muy dramático y una escena 'final' que va a quedar en el inconsciente colectivo durante mucho tiempo.
Sea como sea, habrá que esperar un año entero para ver cómo termina esta historia. Esperemos que el Sinsajo vuele un poco más alto.