Viajamos a Sintra en autobús desde Estoril, un viaje por la Sierra de Sintra hasta esta bonita población situada en el distrito de Lisboa y declarada Patrimonio de la Humandidad en 1995. La ciudad fue conquistada por Alfonso I de Portugal a la Taifa de Badajoz en 1147, después de la toma de Lisboa.
PALACIO DA PENA (más aquí)
Fue una de las principales residencias de la familia real portuguesa durante el siglo XIX y a la vez constituye una de las máximas expresiones del estilo romántico del siglo XIX en Portugal. Fue el príncipe Fernando II de Portugal, esposo de la reina María II de Portugal, quien ordenó la construcción del palacio da Pena en 1836, sobre las ruinas de un antiguo monasterio de la Orden de San Jerónimo que fue devastado en el terremoto de 1755. El rey Manuel I ordenó la reconstrucción del monasterio. Se convirtió en un recinto exhuberante que impresionan en su visita, con varios estilos como neogótico, neoislámico o neorenacimiento.
El principal problema que observamos al visitarlo fue que está muy, pero que muy, masificado, hay demasiada gente, no solo en este palacio sino también en todos los palacios, parques de Sintra, eso lo tendrán que arreglar. Pero bueno, la visita es impresionante, los azulejos, el claustro manuelino, la terraza de la reina, pero sobre todo la magestuosidad del palacio en lo alto del cerro, impresiona.
El Templo de las Columnas fue construido en 1840 en el lugar de una capilla dedicada a San Antonio, con unas vistas espectaculares al Palacio da Pena.
CASTELO DOS MOUROS (más aquí)
Una vez salimos del Parque da Pena, visitamos el Castelo dos Mouros, una fortificación Militar erigida en el siglo X por los musulmanes que ocuparon la península ibérica, funcionando como atalaya de control de la costa atlántica y los territorios al norte, un puesto avanzado de la ciudad de Lisboa, y es que desde arriba, tras una subida por un sinfín de escalones, se observa un paisaje espectacular.
Para terminar con la Sierra de Sintra, por el momento, nos dirigimos a su punto más alto, donde se encuentra el Santuario da Peninha, capilla que data del siglo XVIII, época en que un ermitaño se retiró allí, realizó obras en el lugar de la antigua capilla, donde, según la leyenda, en el siglo XVI se apareció la Virgen. Unas espectaculares vistas de la costa y de la sierra, así como al fondo el Palacio da Pena.