Siri Hustvedt. "El mundo deslumbrante"

Publicado el 18 junio 2018 por Juancarlos53
Siri Hustvedt es "una novelista, ensayista y poeta feminista estadounidense de padres noruegos". Esto es lo que dice de ella la enciclopedia Wikipedia cuando se la consulta. Y esto es por lo único que ella quiere ser conocida. Sobre su nombre y valía indiscutibles siempre se ha proyectado otra frase contra la que ella y muchas otras mujeres luchan, la de ser "la mujer de". Siri Hustvedt está felizmente casada y tiene una hija de ese matrimonio que es cantante y se llama Sophie Auster; y sí, su marido es Paul Auster, pero ella es mucho más que la mujer del exitoso escritor judío nacido en Newark, Estados Unidos.
La novela que he leído es una profunda reflexión sobre la propia identidad, el deseo de merecido reconocimiento, y las ansias de una mujer de sobrevivir en un mundo de hombres, cuyas reglas, escritas por ellos, sistemáticamente ignoran a la mujer o la consideran una mera  advenediza en su territorio. Según se avanza en la lectura de esta obra aparecida en 2014 se ve lo mucho de la propia escritora que hay en ella. No quiero decir con esto que el personaje protagonista sea un alter ego de la Sra. Auster, pero sí que contra lo que pelea la protagonista de "El mundo deslumbrante" es precisamente aquello que con maestría, elegancia y magnífico buen saber hacer ha podido evitar la escritora quien comparte su vida personal con un autor norteamericano de nombre Paul Auster, pero que en la vida pública es ella, Siri Hustvedt, y no el apéndice de nadie.
Comentario de la novelaHarriet Burden ha fallecido hace pocos años. Un investigador, I. V. Hess, aborda desde una perspectiva académica la personalidad artística y humana de esta mujer cuya Obra no logró alcanzar el Olimpo de los dioses creadores. Harriet, -Harry para muchos de sus amigos-, sostuvo siempre que sus creaciones no se valoraban debidamente por razón de su condición de mujer. Constatar tal hecho en vida ante los demás no es tarea fácil, motivo por el cual Harry, recién enviudada del marchante de arte Félix Lord, se lanza a realizar un proyecto novedoso: presentar su obra como si hubiese sido realizada por un artista masculino, o sea, ocultarse bajo una máscara de hombre y observar la recepción de sus creaciones así presentadas por parte del mundillo artístico neoyorquino.
El investigador de la biografía de Harriet utiliza un académico método de recopilación de materiales (diarios de la propia artista, entrevistas realizadas por él mismo a personas relacionadas con la artista, crónicas aparecidas en revistas de arte sobre las exposiciones en que se presentó la Obra de Burden bajo nombres masculinos, confesiones y comunicaciones sobre Harry de personas relacionadas con ella y una carta de un tal Richard Brickman a una prestigiosa revista de arte) manteniendo una escrupulosa distancia con los mismos a fin de lograr la mayor objetividad posible. Su acción -y ahí está la estructura de la novela- consiste en ordenar lo mejor que puede ese inmenso puzzle que es la poliédrica vida de Harriet Burden.
Dado que el asunto que se dirime en el relato es el de la distinta receptividad de una obra según que vaya firmada por hombre o por mujer, muchas de las consideraciones que Harry y también el mismo compilador de los materiales e investigador hacen tienen una estrecha relación con la filosofía de la percepción. Por esta razón muchos son los nombres de psicólogos, psiquiatras, psicoanalistas, filósofos, analistas del lenguaje, escritores, comentaristas de arte visual, etc. que ella en sus diarios y quien redacta este ensayo biográfico citan como apoyo argumental a la tesis que pretenden mostrar a todos los lectores: la injusta discriminación que sufren las mujeres artistas en un mundo ocupado y organizado en todos los ámbitos por los hombres.
Junto a nombres de reconocidos pensadores (Freud, Lacan, William James [hermano mayor del escritor Henry James, profesor de psicología, fundador de la psicología funcional.], Edmundo Husserl [creador de la corriente filosófica de la Fenomenología], Sören Kierkegaard o Merleau Ponty [filósofos existencialistas aunque en épocas diversas], Bertrand Russell o Wittgenstein [intelectuales que desarrollaron y/o aplicaron los principios de la lógica matemática a sus reflexiones filosóficas], y otros muchos más desconocidos en gran medida por mí) son numerosas las referencias a escritoras como Emily Dickinson o Margot Cavendish. De la primera Siri Hustvedt utiliza de vez  en cuando  alguno de sus hermosos poemas para mejor significar la condición de aislamiento y nula consideración de la mujer en algunos momentos o situaciones. De la segunda toma nada más y nada menos que el título de la novela que tenemos en nuestras manos; y lo hace por haber significado esta mujer inglesa del siglo XVII (1623-1673) un anticipo del feminismo al reivindicar su derecho a producir y firmar las obras salidas de su inteligente mente. Margaret Cavendish en 1666 publicó, firmada con su nombre, una novela titulada "The description of a new world called The Blazing-World". Es de esta obra de la que Hustvedt toma el de la novela que he leído, y lo hace porque a su personaje le sucede algo semejante a lo que le ocurrió en vida a la Cavendish: verse ninguneada por la arrogancia de los hombres que sólo la tienen en consideración como esposa y madre, nada más.
"Harry citaba a menudo a Margaret Cavendish, esa pintoresca filósofa cuyo deseo más ardiente era encontrar lectores después de muerta." (pág. 318)
Junto a estas dos mujeres escritoras, precursoras del feminismo que alboreará en los primeros años del siglo XX, hay otro nombre que aparece en la novela y que le sirve a I. V. Hess de apoyo en el proceso discursivo para consolidar la tesis que desde el principio fórmula. Esta escritora es Djuna Barnes de cuya obra fundamental, "El bosque de la noche" [hace cosa de cinco años que lei y reseñé esta interesantísima novela de esta escritora norteamericana. Leer reseña aquí], utiliza una extensa cita referida a la significación que tienen en el pensamiento feminista las muñecas: 
¿Acaso las niñas no han hecho lo mismo con la muñeca? La muñeca, sí, blanco de cosas pasadas y por venir. ¡La última muñeca, la que se da a los mayores, es la muchacha que hubiera debido ser chico y el chico que hubiera debido ser muchacha!”. El amor por esta última muñeca se prefiguraba en el amor por la primera. La muñeca y el inmaduro tienen algo bueno: la muñeca porque parece tener vida y no la tiene y el tercer sexo porque tiene vida y se parece a la muñeca.” (pág. 76)
Con ya sólo lo escrito hasta aquí creo que se puede inferir que la novela es un alegato feminista sobre la discriminación de la mujer en un contexto muy determinado, los elitistas círculos artísticos, en este caso de Nueva York. Dicho alegato se presenta en forma de narración hibrida, o sea, compuesta por un variopinto número de elementos (pura ficción, genero ensayístico, poesía, crónica periodística, apunte memorialista...) que en ocasiones llega a abrumar al lector por la ingente cantidad de nombres de escritores, pintores, pensadores..., además de anotaciones a pie de página, unas referidas a personas del mundo real y otras del mundo ficticio al que pertenece, naturalmente, la artista sobre la que I. V. Hess -otro personaje de ficción- está indagando. 
No es una obra fácil, sino una obra exigente que a veces por el enciclopedismo que contiene causa cierta desazón y quizás en algunos hasta hastío. Pero conviene sobreponerse a esos momentos de desfallecimiento si se quiere disfrutar de una excelente lectura. Y es que Siri Hustvedt no realiza sólo una original y profunda denuncia de la discriminación de la mujer por parte de la sociedad machista y patriarcal que pese a todos avances y afortunadas evoluciones aún tenemos, sino que la  escritora hace gran literatura.
Muchos elementos formales gustan en esta narración. Lo primero es el carácter híbrido de la misma. Al igual que la mujer que no sólo quiere ser mujer en el sentido tradicional sino también participar en la construcción del mundo en el que hasta hace poco sólo participaban hombres, la novela no es sólo novela sino, sin dejar de serlo, también es los otros géneros. De ahí la atracción que sobre la protagonista, Harriet Burned, tiene su segunda máscara, Phineas Q. Elridge, negro y homosexual que hasta hace poco seguía en el armario; o sea, casi igual que ella que es madre, ha amado a su marido, lo ha esperado como Penélope aunque al fin se ha liberado y transformado en Ulises. Por esto defiende, como también hacia Djuna Barnes, el carácter andrógino de la mujer que ama a los hombres (a Félix, a su amante Bruno)  pero también a su amiga desde la infancia Rachel e incluso a Clammy, que la ayudará en momentos de difícil tránsito).
Con lo que se disfruta mucho [al menos yo sí lo he disfrutado] es con lo bien construida que está la narración. Una narración en la que la protagonista juega con las  máscaras, los heterónimos y los seudónimos, y que cuando decide dar la cara y mostrar el truco lo hace a través de un narrador falso que es el doble del personaje auténtico y al que se refiere con la segunda, primera y hasta en ocasiones tercera persona narrativa en un juego de focalizaciones pocas veces visto. Este perspectivismo o focalización múltiple se ve multiplicado por los distintos ángulos desde las que se ve a Harriet Burned según que sea ella quien cuente a través de sus diarios, sea alguno de sus hijos -Maisie o Ethan-, o los tres artistas hombres -Anton Tish, Phineas Q. Elridge o Rune- que en gradación de menor a mayor valía artística se prestan al juego de enmascarar la obra de esta mujer creadora plástica, o los periodistas que cubrieron las muestras en que se exhibieron las performances, o los curiosos personajes que viven en la casa de Burned y que ésta acoge desinteresadamente, o, finalmente, la propia consideración que sobre la creadora vierte el investigador I. V. Hess.
Para finalizar 
Sólo diré que hay momentos en la novela de un realismo impresionante, que no eluden lo escatológico cuando tal presentación es precisa para caracterizar a un personaje o explicar más claramente una idea o concepto. Y también quiero dar un aviso a lectores veloces: las notas a pie de página es importante leerlas si se quiere tener una cabal comprensión del relato. O sea, amigos, con esta novela de Siri Hustvedt no cabe ser presuroso. Mas vale leer poco y bueno, que mucho y malo, que decía -mucho mejor dicho: "Pagarse más de intensiones que de extensiones"- nuestro Gracián.
Datos del libro
Autora: SIRI HUSTVEDT
Título: “El mundo deslumbrante”
Nº de páginas: 408 páginas.
Encuadernación: Tapa blanda
Editorial: Anagrama, 1ª Edición (8 de octubre de 2014)
Lengua: CASTELLANO
ISBN-13: 978-8433979056
Precio:
En papel: 19,85€
Ebook: 15,19€