Soy un hombre soltero, de 50 años, recién cumplidos; con más de 20 años de experiencia impartiendo clases en diferentes instituciones educativas de mi país El Salvador. He estado desempleado por más de 2 años y, si no es por un hermano, aquí en mi país, y una hermana, en Los Estados Unidos, mi vida sería la de un indigente más, recibiendo la limosna diaria, en la calle, de personas de buen corazón que se convalezcan de mi situación. Todos los días es la misma rutina, voy a la biblioteca pública, reviso los periódicos, de principio a fin, y no encuentro una oportunidad; simplemente, por ser discriminado en relación a mi edad . En esos momento, es cuando me viene a la mente la siguiente pregunta: ¿Porqué vivo en un sistema capitalista donde el ser humano es tomado como un simple objeto para lograr la riqueza de otros y que lo más primordial es el consumismo sobre las otras necesidades?. Este es un sistema económico salvaje, atrasado y EXCLUYENTE que para nada vela por los intereses y necesidades de las mayorías; permitiendo, únicamente, el beneficio económico a todos los más aptos, por esfuerzo personal o por compadrazgos( típico de los políticos parásitos). Aquí se cumple el lema de: “sálvese quien pueda”, pues, ni los políticos, ni los empresarios, ni los amigos, ni las iglesias, etc, se preocupan por ayudar a los demás, no es una sociedad solidaria, si no más bien, egoista y discriminativa. El Estado , que debería ser el organismo encargado de velar por la prosperidad de sus ciudadanos, se convierte en una institución que se preocupa por los intereses de las grandes empresas privadas y de los políticos estatales. Miles y miles de ciudadanos sin trabajo, sin educación, sin comida, sin servicios básicos como agua potable y vivienda digna; subsistiendo entre pandilleros asesinos y todo esto contrasta con residenciales que tienen lujosas mansiones; con la mejor seguridad privada; con educación y salud de primera; con servicio de agua potable las 24 horas; es decir, un modo de vida digno. ¿Porqué existe este contraste tan descomunal, entre ricos y pobres, en mi país y en América Latina en general?, ¿ qué lo origina?, las respuestas son claras: la inequidad en la distribución de la riqueza es una de las razones, pero lo son también, la corrupción, las leyes que nunca se hacen cumplir, la partidocracia y, lo más importante, una falta de consciencia por las necesidades de los demás seres humanos. Todos somos cómplices. Es cierto que el Estado aquí hace muy poco por sacar de la pobreza a la población, pero también, cada uno de nosotros cuando no cumplimos con nuestros deberes de ciudadanos y desobedecemos las leyes de tránsito, no llegamos temprano a nuestro trabajo o si, somos empresarios, no pagamos un salario justo a nuestros empleados o no damos las prestaciones que la ley estipula, por ejemplo. Una realidad innegable es que, en este sistema somos personas invisibles ante el Estado y ante la sociedad en general. Podemos elaborar una serie de hipótesis para analizar el problema, pero sólo escribiré una a manera informal: “a mayores niveles de corrupción , de partidocracia y de falta de cumplimiento de nuestros deberes ciudadanos, existirá un sistema capitalista más subdesarrollado y salvaje”. Pero si la escribimos a la inversa:” a menores niveles de corrupción , de partidocracia , como más cumplimiento en nuestros deberes ciudadanos, habrá un sistema capitalista más desarrollado y humano. Es importante aplicar la segunda hipótesis para mejorar un poco a ese sistema.
Para finalizar, considera que la unión entre todas las fuerzas políticas, sociales y económicas, es determinante para comenzar a cambiar este sistema capitalista y darle un rostro verdaderamente humano.