Sus palabras son fruto y reflejo de madurez interior, recto discernimiento y una capacidad de penetración inigualable en la naturaleza de lo Real. Su oratoria se convierte en poesía, creando el clima adecuado para que el oyente o el lector despierte de su letargo y se sitúe mágicamente en la experiencia de aquello que es su verdadera esencia.
Una de las grandes aportaciones de Sesha es el exhaustivo análisis de los fenómenos de la percepción y la sistematización de los diversos estados de conciencia, lo cual realiza de modo particular en su obra La paradoja divina
Sesha explica en esta obra que la diversidad de estados de conciencia son resultado de los diferentes modos en que se presenta la realidad ante un perceptor consciente, es decir, a las diversas maneras que tiene un perceptor de percibir o interpretar la realidad o, dicho de otro modo, a las diversas modalidades de relación que pueden establecerse entre sujeto y objeto.
Lo más notable de esta labor de síntesis es que aparece de manera natural un sencillo mapa donde puede ser ubicada cualquier técnica o práctica meditativa. En particular, es de destacar la perfecta simetría que resulta entre las prácticas meditativas internas (sedentes y en silencio) y las externas (activas y en interacción con el mundo exterior).
La «interpretación» de la realidad puede dar lugar a una vivencia consciente «dual» o bien a una interpretación «No-dual». En correspondencia con la tradición Vedanta, la enseñanza de Sesha lleva a discriminar la actividad operante y válida de la realidad como una descripción exclusivamente No-dual.
En su obra La paradoja divina, Sesha realiza un pormenorizado análisis de los fenómenos de la percepción y lleva al estudiante al estudio minucioso y detallado de los procesos mediante los cuales es posible revertir la interpretación mental diferenciada de la Realidad a fin de alcanzar la percepción No-dual. En esta misma obra establece y describe cinco diversos y sucesivos estados de conciencia (y, por tanto, cinco diversas modalidades de interpretación de la realidad), que abarcan desde el estado de sueño hasta el despertar total; son los estados de sueño, pensamiento, observación, concentración y finalmente el de meditación. Hay un último estado, denominado propiamente samadhi, que alude a cuando el estado extático de meditación deviene estable y permanente. El estado de samadhi define, pues, el despertar supremo y la consecución de la libertad total del jivanmukta, o liberado en vida.
Puedes acceder a un montón de vídeos y conferencias grabadas de Shesa en este enlace:
http://www.vedantaadvaita.com/cms/es/mediateca?Dir=Mediateca%2FVideos+SESHASin duda un material muy interesante.¡Que lo disfrutes mucho!