Bueno, aquí van las joyitas que os tenía guardadas, mis 5 recomendaciones. ¡A más ver!
César trabaja como portero en un edificio de apartamentos. Aparenta llevar una vida tristemente normal pero la realidad esconde un trastorno profundo que afectará a su entorno. Su trabajo le permite aprovecharse de la confianza que depositan en él para satisfacer sus morbosas necesidades.
Un Luis Tosar espectacular nos da vida a uno de los personajes más inquietantes que he visto en el cine español por su cotidianidad. De un realismo que te hace cuestionarte de nuevo a quién le dejas las llaves del piso, la película no da tregua y ata bastante bien cada detalle. La película es Tosar y está que lo vierte. Muy recomendable.
Hace pocas semanas leí que era “la mejor película de acción de las últimas décadas” y con esa etiqueta o sanbenito (según como le salga el tiro) tuve claro que era una de mis prioridades en el festival (aunque los pases casi me hacen perdérmela).
La trama es sencilla y nos lleva directos a un asalto a un edificio gobernado por un capo de la delincuencia local y lleno a rebosar de fieles lacayos. Un par de giros que tampoco tienen mucha relevancia, corrupción y muy poco diálogo nos llevan en volandas a una cantidad de hostias como panes sin igual. Coreografías espectaculares una tras otra. Muertes de todos los tipos y calibres. Armas de fuego, cuchillos, puños, patadas, llaves, francotiradores… de todo. Un espectáculo. No se podía evitar el aplauso con alguna de las espectaculares escenas que apenas duran unos segundos pero te mantienen en vilo viendo qué se va a inventar nuestro protagonista para salir airoso. Si te gustan las películas de hostias como panes, no hay duda, tienes nueva favorita.
Una de las triunfadoras del festival y bien merecida.
Suburbios en el Sur de Londres. Algo aterriza cerca de unos delincuentes juveniles y estos deciden cazarlo. Resulta ser un ser extraterrestre bastante feo y agresivo. Poco rato después, cientos de ellos asedian el bloque en que los jóvenes viven y lo que empieza como un juego acaba por una lucha por la supervivencia.
El joven Moses (John Boyega) acompañado a la perfección por una gran Pest (Alex Esmail) nos meten de lleno en la vida de estos jóvenes avocados a la delincuencia y con muy poco respeto por cualquier que no viva en su bloque de viviendas. Diálogos muy ágiles y cómicos por momentos y un ritmo rápido pero que no estresa en absoluto ni te hace preguntarte qué mierda ha pasado y por qué estamos aquí ahora, hacen una película muy divertida y muy amena. Una de mis grandes sorpresas y mi tercera recomendación del día.
Cuando pienso en Nacho Vigalondo sólo se me ocurre una palabra, creativo. Y lo es. De nuevo (tras los Cronocrímenes, una gran película) regresa a la gran pantalla con la ayuda de nada más que cinco actores y de nuevo lo borda. Consigue introducir elementos de la más pura ciencia ficción como son platillos volantes y mientras lo hace, nos cuenta una historia de lo más mundana y ordinaria. Espectacular. No digo más. Id a verla. Por cierto, especial mención de nuevo a Areces (y hay gente que dice que no sabe actuar, hay que joderse, si cada papel no tiene nada que ver con el anterior).
Brutal crítica al fundamentalismo religioso que lamentablemente prospera en estos tiempo en la tierra del director, Kevin Smith.
Me resulta verdaderamente difícil definir el género de la película dado que mezcla muchos (acción, horror, thriller…) para dar lugar a una grandísima película (de la que tenía mis dudas, la verdad sea dicha). Kevin Smith se distancia por fin de las películas cómicas con un éxito total, ganando incluso el premio a la mejor película a competición del festival (añadiendo al premio el de mejor actor, ganado por Mickael Parks que nos da vida a un excelente e inquietante Abin Cooper, líder de la pequeña secta fundamentalista, con unos monólogos que no voy a olvidar fácilmente). Me está costando una barbaridad y varios borrados y reescrituras no desvelar nada de nada de la película así que aquí lo voy a dejar. ¡Corred al cine insensatos!