¿Cómo entraste a formar parte de la película? En el momento de las audiciones estaba haciendo de Billy Elliot en el West End. Estaba ya a punto de terminar y volver a la escuela cuando mi agente me dijo que había una audición para una película con Juan Antonio Bayona. Yo ya sabía quién era, ya había visto su trabajo, así que me pareció muy emocionante. Después anunciaron que Naomi Watts y Ewan McGregor serían mis padres y fue como un “vale, tengo que hacer esto”. Así que fui al casting, conocí personalmente a Jota [J.A. Bayona], conectamos a la perfección y al cabo de 6 semanas de terminar Billy estaba en España rodando en un depósito de agua. Fue todo muy rápido, pero estoy contentísimo de que sucediera.
Lucas es un personaje muy fuerte, tiene que enfrentarse a muchas cosas. ¿Cómo te preparaste para interpretarlo?Me reuní muchas veces con el propio Lucas, porque nadie puede explicar la historia como él. Me explicó todo lo que sintió y cuáles fueron sus motivaciones durante la película, así que me concentré mucho en lo que él tenía por decir. Al mismo tiempo también estuve trabajando con Naomi. Es increíble, porque a pesar de toda su experiencia, nunca dudó en compartir todo lo que sabía conmigo, y me ayudó muchísimo. Además, otra gran ayuda fue que algunos de los decorados, con toda la devastación que mostraban, eran enormes, y en el momento que el cámara gritaba “acción”, olvidabas de quién estaba allí. Sólo sé que yo estaba en el árbol, Naomi estaba en el árbol y que yo era Lucas. Los hospitales en los que rodamos eran los mismos en los que ellos habían estado, el hotel era el mismo en que se habían alojado… Así que la producción y el equipo ayudaron mucho.
¿Cuál fue el mayor reto de todos?
Creo que físicamente, sin duda, fue bastante duro, porque me pasé 6 semanas en un depósito de agua nadando, y en realidad antes de la película tampoco nadaba demasiado bien. Así que la parte física fue complicada, pero psicológicamente lo peor fue la semana que rodamos en el hospital, porque estaba todo muy mojado, sucio y lleno de cadáveres —bueno, cuerpos estáticos—. Emocionalmente, esa semana fue especialmente dura; cuando terminamos me dieron 5 o 6 días de descanso, para recuperarme, fueron muy amables.
En los últimos meses la película ha pasado por distintos festivales, pero ahora va a estrenarse ante el público. ¿Cómo te sientes?, ¿qué crees que dirá la gente?
Estoy absolutamente entusiasmado. Estoy encantado con las críticas que nos dieron en Toronto, pero ahora sobre todo tengo ganas de ver qué opina el público español, porque es una película española y estoy muy orgulloso de ella, al igual que todo el equipo. Estoy deseando ver qué pasa.
Antes hablabas del musical de Billy Elliot. ¿Cuáles son las principales diferencias entre trabajar en el teatro y hacer una película?
En el teatro hay esa sensación de que, desde el momento en que entras en escena hasta el momento en que sales, tienes que ser Billy, porque estás en el escenario y sólo tienes una oportunidad para hacerlo. En una película, en cambio, tienes la oportunidad de trabajar más el personaje y si crees que lo puedes hacer mejor, se puede repetir. Además, como estábamos tratando con emociones tan fuertes y situaciones tan serias, teníamos que asegurarnos de que en el momento que decían “corten”, volvía a ser Tom Holland. Hubiera sido prácticamente imposible aguantar toda esa emoción a lo largo de todo el día. Algunas veces quizás era un poco difícil entrar en acción, después ir a la escuela, comer y volver otra vez, pero el equipo y la confianza que tenía con Jota lo hacían más fácil.
¿Puedes contarnos algo sobre próximos proyectos?
Acabo de rodar con Kevin Macdonald en Gales. La película se llama How I Live Now [Cómo vivo ahora] y la protagonizan Saoirse Ronan y George MacKay. Fue una gran experiencia, porque estuve lejos de casa y como había cumplido los 16 años ya no necesitaba un tutor, así que eso fue ya de por sí toda una experiencia. Me lo he pasado muy bien, la verdad. Es una película muy desenfadada, alegre y en realidad mi personaje es muy parecido a mí mismo, así que se puede decir que soy yo pasándomelo en grande. Ya tengo ganas de que se estrene.
M. del Mar Gallardo
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