La israelista ‘Big Bad Wolves’ y la filipina ‘Sapi’, lo último de Brillante Mendoza, estarán presentes en un Festival que se abre al cine de género de nuevos mercados
Los nuevos condicionantes políticos y económicos en todo el planeta están provocando en el ámbito cinematográfico la aparición de una rica producción en países donde, hasta ahora, no era común encontrar una gran oferta, en especial de cine de género.
Una de esas cinematografías es la israelita, que tendrá dentro de la Secció Oficial Fantàstic a competición un título tan contundente y brillante como Big Bad Wolves, dirigido por Aharon Keshales y Navot Paushado. Sitges ya se había fijado en estos dos excelentes realizadores seleccionando en el año 2011, en su sección Midnight-Xtreme, un excelente slasher titulado Rabies que, seguramente, los seguidores del Festival y del cine de género más radical recuerdan con entusiasmo. Big Bad Wolves llega a Sitges después de una impresionante recepción en el pasado Festival de cine de Tribeca y habiendo recogido en estos meses uno de los hype más favorable de la cosecha de género del presente año. La película mezcla el género negro (a través de la vertiente de película de vigilantes vengadores) con el horror y un incorrecto humor negro. Sin duda una de las películas de las que más se hablará en Sitges 2013.