A decir verdad cuando entré al pase de Kiki’s delivery service no sabía exactamente a lo que me iba a enfrentar. Basándose en una novela que ya versionó Hayao Miyazaki, Takashi Shimizu se arriesga al crear una adaptación con personajes reales.
La premisa de la película es tremendamente simple, Kiki es una niña bruja cuyo único poder es volar encima de una escoba y, para convertirse oficialmente en bruja, ha de vivir un año en una ciudad alejado de sus padres. Analizado fríamente puede resultar hasta cruel dejar a una chica de 13 años a merced de la supervivencia encima de una escoba. La historia se desarrolla abusando de clichés infantiles, sumiendo al espectador en el aburrimiento, hasta que por fin las cosas le van mal a Kiki. El último acto de la obra es tremendamente espectacular, no por su calidad cinematográfica sino por la diversión que genera. Durante esta parte, Kiki ha de aprender a recuperar la confianza en volar para así poder transportar una cría de hipopótamo herido (a causa de una mordedura de un león en su cola) a una isla remota, y para ello ha de cruzar el atlántico (con el hipopótamo) en plena tormenta huracanada.
Pero eso no es todo, aún queda la resolución final. Kiki consigue cruzar el atlántico y para ello cuenta con la inestimable ayuda de una cantante rellenita que había perdido su fe en el canto. Por arte de magia la recupera y empieza a cantar desde el jardín de su casa, en medio de la lluvia, como si de un videoclip de Adele se tratara. En fin, gracias a esta canción, que por supuesto Kiki escucha pese a encontrar-se a varios kilómetros de distancia, consigue llegar a la misteriosa isla. Una isla en la que el supuesto veterinario que ha de salvar al hipopótamo es un hippie que vive a lo Frank de la jungla rodeado de animales. Pero el aspecto más inquietante y maravilloso se encuentra en la solución que el veterinario ofrece para al problema del hipopótamo. Le ata un reloj de cadena en la cola para equilibrar su peso y que se sienta cómodo. Evidentemente Kiki vuelve como una heroína y se convierte en bruja oficial.
Aunque este último tramo no compense la película resulta simplemente… FASCINANTE.