He de ser humilde y reconocer que nunca he sido un ferviente apasionado del cine de Álex de la Iglesia. Reconozco su importante labor como cineasta en nuestro país pero sus obras nunca llegaron a convencerme del todo. Aun así, me saco el sombrero ante este señor y aplaudo la buena decisión que tomó a la hora de producir la idea de dos jóvenes talentos, Juanfer Andrés y Esteban Roel. Musarañas es la perfecta ópera prima, pocos personajes, poco dinero y pocos escenarios, sirven para crear una buena película.
Musaraña nos sitúa en los años 50 para explicarnos la historia de Montse, una mujer atormentada por su pasado, a cargo de la educación de su hermana, adicta a la morfina, agorafóbica, a veces homófoba y otras obsesionada por los hombres, resumiendo, una señora muy especial. A medida que esté más presente la locura de Montse, iremos entendiendo los secretos de su familia y porque extraña razón mantiene retenido a su vecino (después de que se cayera por las escaleras) bajo el pretexto de cuidarle. La profundidad psicológica del personaje protagonista y la gran interpretación de Macarena Gómez (a la que llegarás a odiar con toda tu alma), es el punto más fuerte de la obra. El reparto lo completan un inquietante Luís Tosar, un decente Hugo Silva y una interesante Nadia de Santiago.
La estructura de la obra está creada milimétricamente para regalarnos unos 20 minutos finales frenéticos en los que el espectador no sabrá si cerrar los ojos por la tensión creada o reírse a carcajada limpia por las situaciones cómicas, perfectamente insertadas. En conclusión, Musarañas es una gran apuesta de Álex de la Iglesia, una buena película en el umbral que separa comedia y terror, y en definitiva una gran ópera prima.