Atrás quedaron los 800 pasos de una rutina coreana para cuidar nuestra piel. Hoy en día la tendencia es hacer una rutina minimalista, donde menos es más: Skinmalismo. En esta nota les cuento de qué se trata, sus pros y los contras.
La rutina de belleza básica para una piel saludable se basa en tres patas obligatorias: Limpieza - Hidratación - Protección solar, pero con la cantidad de información que hoy encontramos en la web, el auge de la cosmética y su marketing esto empezó a cambiar, así se fueron agregando productos y productos hasta llegar a una rutina asiática con aproximadamente 8 fases, el Skin Cycling, y la Rutina Dinámica entre otras.
La piel es un órgano que se auto regula y el exceso de productos puede irritarla. Es por eso que la tendencia es volver a las bases pero con un leve cambio: Limpieza - producto para la necesidad de nuestra piel- Protección solar (de día).
Entonces, nuestr rutina Skinmalista va a tener una versión para el día y otra para la noche, donde a la mañana vamos a buscar una crema que proteja la piel de las agresiones del medioambiente y a la noche va a regenerar o recuperarla.
El secreto para esta rutina exitosa es elegir productos con ingredientes que la piel necesita en cada momento de la vida: hidratación, nutrición, anti envejecimiento, regeneración.
- En pieles jóvenes, solo necesitaríamos una crema hidratante con una textura apta para cada una (gel, bálsamo, loción). El ácido hialurónico y las ceramidas son ingredientes elegidos tanto para el día como para la noche.
- A partir de los 25 años podemos cambiar la hidratante por un antioxidante como la vitamina C, niacinamida, entre otros. A la noche se puede se puede usar una opción nutritiva, un ácido regenerador con AHA, ácido salicílico, etc.
- A partir de los 30, la crema principal de la noche va a tener retinol, péptidos o alguno antiage.
- Es perfecta para pieles sensibles, ya que al agregar productos aumenta la probabilidad de irritar, modificar el pH o modificar la microbiota.
- Ahorro de tiempo.
- Para quienes entran en el mundo del cuidado de la piel no apabulla con pasos.
- Es rentable, porque no es necesario comprar productos de más.
- Muchas veces es difícil analizar cada piel, confundiéndonos y comprando un producto que no cubre correctamente la necesidad.
- Hay que corregir la rutina con el tiempo porque la piel vive cambiando de necesidades.