Izuko es la guardiana de la Puerta del Rencor. Allí van a parar las almas de quienes mueren siendo asesinados o de manera inesperada. A partir de ese momento tienen tres opciones. La primera es aceptar la muerte y seguir adelante a la espera de reencarnarse. La segunda es continuar vagando por toda la eternidad en el mundo de los vivos. La tercera es maldecir a alguien, pero, en ese caso, se verán condenados al infierno. No es una decisión que deban tomar en el momento e Izuko les da tiempo para estar entre los humanos viendo cómo han seguido sus vidas tras su muerte, lo que les permitirá elegir un camino u otro.
Reseña
Lo que dije en la entrada en que adquirí el primer tomo fue: "Son capítulos autoconclusivos con el mismo esquema y cada a uno de ellos es más impactante y desgarrador que el anterior. Otro punto a favor es que cuenta con un grafismo muy acorde al estilo de las historias que trata. Son relatos muy bestias que muestran, normalmente, lo peor de los seres humanos aunque a veces también descubre sus puntos positivos". La verdad es que de manera muy sintética dije lo que sigo pensando de esta mini-serie tras la relectura, pero vamos a extendernos un poco más ahora.
Ciertamente, la estructura es prácticamente idéntica de un capítulo a otro. Ante Izuko se presenta un alma que ha tenido una muerte violenta, le dice las opciones que tiene, descubrimos cosas de las circunstancias de su vida y su muerte y acaba tomando su decisión. Fin y a la siguiente historia. Así durante los primeros siete capítulos, dejando los tres que quedan para una única muerte en la que sabemos algo sobre Izuko y por qué es la guardiana de la Puerta del Rencor.
Siempre quedaría la opción de buscar las continuaciones por scans (a falta de que alguna editorial se animase a recuperar esta saga) en caso de querer más de este universo tan perturbador creado por el autor que, no obstante, no es tan diferente de lo que se ve cada día en las noticias, salvo por la componente fantástica, claro.
Aunque hay algunas escenas impactantes, no diría que es un manga terrorífico especialmente. Es oscuro, desagradable por momentos, duro y triste. Como decía entonces, el dibujo un tanto burdo pero muy expresivo del autor le va muy bien a lo que narra. Además, aunque haya sangre, es poco gráfico y no se regodea en esos detalles. Más me ha chirriado en esta relectura los desnudos femeninos gratuitos que nos muestra, así como algunas escenas de sexo prescindibles. Se nota que el público objetivo es el masculino.
Por supuesto, en una historia en que se tratan muertes violentas, hay mucha reflexión sobre cuestiones morales o psicológicas, de la oscuridad del ser humano y del mundo tan horrible en que vivimos. En el plano hipotético, te hace preguntarte "¿qué haría yo dadas las circunstancias? ¿buscar la venganza o descansar en paz?". Con algunas historias planteadas no es fácil responder. Aun así, alguna virtud humana llega a salir, pero desde luego no es lo que destaca en la serie.
No considero que sea un manga redondo. Hay detalles de algunas historias que no me han convencido, cierta falta de lógica en algunas decisiones o pequeños sinsentidos. Nada muy grave, pero cositas que me han sacado de la lectura. También mencionar algunos fallos en la edición como textos de bocadillos repetidos o que la tipografía usada para cuando habla Izuko no es muy fácil de leer.
En definitiva, una serie oscura sobre la crueldad del ser humano. Historias maduras, tristes y muy crudas que nos permiten reflexionar sobre la vida y la muerte. No me extraña que el autor le haya seguido sacando partido a este planteamiento en las continuaciones, hay espacio para seguir explorando la parte más fea de las personas.