Skyfall

Publicado el 27 noviembre 2012 por Vicented @Elcineesnuestro
James Bond vuelve con Skyfall (Sam Mendes, 2012), un cóctel cargado de acción con todos los ingredientes que hicieron famosa a la saga desde que Sean Connery se enfundara el traje de 007 hace cincuenta años, allá por el 62. Esta vez, el agente secreto al servicio de su majestad (Daniel Craig) tendrá que hacer frente a un terrorista, antiguo miembro de la inteligencia británica, llamado Raoul Silva (Javier Bardem), que amenaza con destruir el MI6. Además, las decisiones de M (Judi Dench) mermarán la vieja amistad que le une con su mejor agente, hasta tal punto de ponerlo contra las cuerdas.
Las calles, los tejados y el Gran Bazar de Estambul serán los protagonistas de una persecución que, a pesar de no ofrecer ninguna nota discordante respecto al estilo de la saga, ni para bien ni para mal, al menos constituye un prometedor arranque dentro del más puro entretenimiento, entendido éste en el mejor de los sentidos.
El Bond que ofrece Daniel Craig, en la línea de las dos predecesoras, no es tan diferente al resto de Bonds. Vale que es rubio y más basto que un bocadillo de cemento, pero el traje le sienta bien, es decir, es elegante en el vestir a pesar de las maneras, hay una chica Bond (Bérénice Marlohe), es el mejor agente del MI6 aunque odie su trabajo y la acción está siempre servida. Por tanto, se mantienen los elementos básicos pero aportando novedades a una saga que, ante el afán y la enorme demanda de nuevas aventuras, necesita constantemente reinventarse, pero siendo fiel al Bond primigenio.
No obstante, para una película que se sustenta en la acción y un guión demasiado sencillo que no da pie a desarrollar ningún tipo de subtramas, el resultado queda lastrado por una duración excesiva que invita, por momentos, al aburrimiento, a pesar del inicio y de un digno Daniel Craig. Por otra parte, la interpretación de Bardem es excesiva y llena de tics que resultan cargantes. Bardem no es Al Pacino, le van mejor personajes intimos y comedidos como el Ramón Sampedro de Mar Adentro o siniestros como el Anton Chigurh de No es País para Viejos.
Sin embargo, ese final  con Bond, M y Kincade (Albert Finney) atrincherados en la vieja casa de campo y rodeados de enemigos vuelve a despertar el interés. Un poco tarde quizás, pero se agradece, pues al menos deja el regusto de haber visto una película de James Bond decente, no de las mejores, pero decente.

Daniel Craig es James Bond

Javier Bardem es Raoul Silva

Judi Dench es M

Albert Finney es Kincade

Bérénice Marlohe es Sévérine