A continuación desvelo detalles de la trama.
¿De qué va?
James Bond está en Estambul, con la señorita Penique, persiguiendo a un malo. Se trata de la primera fase del tutorial del videojuego, en el que manejamos a Bond corriendo por los tejados y aprendemos los controles de saltar, agacharse, apuntar, disparar, puñetazo flojo y puñetazo fuerte. Como suele suceder en las pelis de Bond, la persecución causa disturbios en la ciudad y las fuerzas del orden público resultan inútiles. En esta especie de prólogo, Bond se enfada porque M le obliga a perseguir al malo y dejar a un compañero, que no nos importa nada, muriéndose desangrado. La persecución está bastante bien porque de pronto vemos cómo pelean en el techo de un tren (techo sobre el que hay armas aleatorias, como un trozo de cadena) y cuando el malo desengancha el vagón donde está Bond (Sam Mendes vio Indiana Jones y la Última Cruzada), nuestro espía inglés favorito se monta en una excavadora que va en el tren y la engancha al vagón de delante con su pala excavadora.
Daniel Craig haciéndole el amor a distancia a una albanesa desde Estambul.
La señorita Penique (es la que hace de Calipso en Piratas del Caribe), sigue en un Suzuki Santana al tren hasta colocarse con un M40? sobre una loma y trata de disparar al malo que pelea con ostiejas normales con Bond sobre el tren. No tiene un blanco limpio, pero M le ordena disparar igual porque es muy importante obtener un disco que lleva el malo colgado al cuello. En el disco están los datos de todos los agentes secretos de la OTAN, organización internacional de defensa que desconoce lo que es no sólo el almacenamiento seguro, sino el uso de ondas electromagnéticas para borrar el contenido de un disco a distancia. Total, que la chica dispara y, como es española, falla y le da a Bond, que cae de un puente a un río y después nadie se pone a buscarlo y todo el mundo en el Reino Unido da por muerto a su mejor agente secreto. El MI6 es la T.I.A., pero sin morcillas colgadas de las paredes.El fracaso de esta misión y la presunta muerte de 007, provoca el caos en el MI6 porque el 10 de Downing Street está lleno de progres. Hasta tal punto llega el caos, que una explosión en la sede secreta del MI6 -un zigurat colosal en medio de Londres- se carga a varios funcionarios, algunos interinos, los pobres. Esto hace que inexplicablemente el gobierno británico dude de la continuidad del pilar básico de defensa de su país.
Como el MI6 está lleno de informáticos de CCC, también les cuelan un virus que recuerda al virus que el Hombre-Mosca mete en la nave alienígena en la inmortal obra Independence Day.
Daniel Craig pensando en sexo.
A todo esto, James Bond, herido dos veces de bala, sobrevive y se va a un sitio paradisíaco a hacer el amor muy fuerte con chicas muy atractivas y tomar cócteles todo el día. Desencantado y estresado por su trabajo de playboy internacional del misterio, tan solo vuelve a Londres porque es un patriota y no soporta a los malos.En una ocurrencia así como tonta, se le ocurre quitarse unas esquirlas de bala con un cuchillo, porque se conoce que no hay cirujanos en el Reino Unido. Yo tampoco me dejaría operar en el Reino Unido así que esto es perfectamente razonable. Resulta que esas esquirlas que llevó Bond en el pecho durante semanas, eran de uranio empobrecido. Como 007 bebe mucho, es invulnerable al envenenamiento por uranio y la oficina de balística determina que esa bala solo la usa un señor que está en Shanghai.
Allá va Bond a China, dispuesto a enseñarles a los chinos lo que es un hombre. Sigue al malo haciendo su trabajo de asesino con un rifle en lo alto de un edificio. Pelean, el malo se cae al vacío y Bond observa cómo en el edificio de enfrente hay una mujer a la que le hace el amor muy fuerte a treinta metros de distancia. Bond se tira a las tías con la mirada, porque el videojuego debe ser para todos los públicos. Total, que revisando la mochila del malo, encuentra una ficha de un casino de Macao.
«Te la voy a meter tan hasta el fondo, que cuando me desenganche, seré nombrado rey de Inglaterra».
En el casino, Bond se encuentra en su salsa: gente elegante, cócteles, animales en peligro de extinción a modo de guarida de Jabba el Hutt... Ahí encuentra a la chati que se tiró a distancia. Le hace un análisis clínico completo poniéndole morritos y quedan en un barco. James Bond no deja el casino sin antes dar de comer esbirro fresco a los dragones de Komodo que hay en el garito.En el barco, la chati se está duchando y el vaho de la ducha le llega justo hasta el cuello. Bond aparece desnudo, se mete en la ducha y hacen el amor muy fuerte. Varias veces. Amanece al día siguiente nuestro héroe de acción y del amor, con la boca oliéndole a ojete de perrete chico. El barco se dirige a la guarida supersecreta del malo, la isla de Hashima, que la tuve que buscar en internet porque me sonaba haberla visto, pero en la película no la llaman así.
Bardem coqueteando. A Daniel Craig le parece bien.
El caso es que por fin vemos al malo jefe: Javier Bardem, que tiene el pelo teñido y fue un ex-agente del MI6 (como Sean Bean en Goldeneye). El protagonista de peliculones como Huevos de oro o Jamón, jamón, tiene aquí un registro que a quienes no hayan visto a Heath Ledger haciendo de Joker, les parecerá original. Resulta que el español es multimillonario debido a sus negocios con el terrorismo internacional, pero en el fondo lo que le mueve es el deseo de venganza contra M porque se conoce que no le computaba todas las peonadas y las horas extra y eso fastidia. Es decir, que al menos tiene una motivación, no como el jefe malo de Spectra o el Doctor No. El malo mata a la chati y, después de las preceptivas hostias contra un puñado de esbirros, llega el SAS y arresta a Javier Bardem.«¿Quieres salami?»
Ay, pero Bardem es un malo listo, que si no, de qué se iba a escapar a Hollywood con la Pe. Dejarse arrestar era parte del plan supersecreto de matar a M. Bardem se escapa de la nueve sede del MI6, cuya seguridad parece la de la granja de La casa de la pradera y Bond lo persigue por los túneles del metro. Como el MI6 es la T.I.A., no detienen toda la red de metro y cierran todas las estaciones (un protocolo de seguridad muy plausible desde los atentados del 7J). En su lugar, dejan que haya una persecución con velocidad y explosiones, poniendo gratuitamente en peligro a miles de transeúntes y camareros españoles.Bardem, que vio la peli de Carlos el chacal, se disfraza de policía y entra con sus esbirros en el Parlamento de Westminster, en el que hay una sesión de control de la Comisión de Inteligencia, con miembros del gobierno, pero que cuenta con sólo tres guardias en la puerta. Nuevo tiroteo, caos, esbirros muertos y Bond logra huir con M. El plan de Bond, en lugar de ir a una base aérea y llamar a la infantería de marina, es llevarse a su jefe a la casa abandonada de sus difuntos padres (pero en Sólo se vive dos veces, James Bond dice que no conoció a sus padres, que para algo me estoy tragando el «ciclo Bond» que echan por la tele, para daros información fresca del año 1967).
En esa casa escocesa (Skyfall) tiene lugar la fase final de la película/videojuego. Aquí se nota que se les agota el presupuesto, porque Bond, M y el guardés de la casa se tienen que enfrentar con escopetas y trampitas contra la primera oleada de esbirros que llegan en coche. Todas las trampas funcionan (Solo en casa y Solo en casa 2) y entonces llega el jefe final en un helicóptero, se baja, y empieza a tirar bombitas de fuego por las ventanas. Hay que tratar de esquivar las zonas de fuego y aprovechar todos los botiquines que te encuentres, mientras colocas la dinamita en la bombona de queroseno (mantener pulsado X en la xbox o el triángulo en la play). La explosión acaba con el helicóptero y pasas a una capilla familiar por un túnel subterráneo, donde grabas la partida.
¡Booom!
En Escocia no hay cobertura, así que nadie llama por el móvil a la Guardia Civil, con lo que 007 tiene que cruzar un lago helado, cargarse sumergido en el agua gélida a un esbirro y entrar en la ermita. Ahí, Javier Bardem tiene unas palabras finales con M, que está herida. Afortunadamente llega Bond totalmente seco y sin un principio de hipotermia y le lanza un cuchillo por la espalda. Lamentablemente no puede evitar ver morir a M en sus brazos, con lo que David Cameron, que en el ínterim gana las elecciones, nombra a Ralph Fiennes nuevo M, quien a su vez nombra a la señorita Penique secretaria. El muy sátiro.Pros
- Las chicas Bond.
- ¡BOOOM! ¡CRAAASH! ¡FUOOSH! ¡BAAANG!
- Javier Bardem intenta matar a Bond lanzándole un convoy del metro a la cara.
- El Aston Martin del 64. Bonito homenaje a Goldfinger.
- La música.
- 007 tira una bengala submarina para saber por dónde salir del lago helado.
- El epílogo.
- La sensación de estar viendo un videojuego.
- El nuevo Q, «genio de la informática», es innecesario para la trama.
- El médico del MI6 diagnostica a Bond alcoholismo, pero nunca le vemos con el mono. (Cosa que explica por qué alegremente le devuelven su licencia para matar).
- Javier Bardem envía a un asesino a sueldo con un rifle al edificio de enfrente donde tiene a una víctima rodeada de sus propios hombres, a quienes les basta con meterle un calcetín sudado en la boca para matarlo. O darle muy fuerte con un martillo en la cabeza.
- Que Bardem enseñe su cara desfigurada de forma gratuita.
- 007 no tiene ni idea de informática pero tiene mucha intuición para descubrir claves ocultas en dos segundos mirando un porrón de números y letras.
- Justo cuando Bond atrapa a Bardem, éste sabe que un metro se acerca y hace coincidir una explosión con su huida.
- El epílogo.