SKYFALL (2.012) de Sam Mendes.

Publicado el 25 diciembre 2012 por Loquecoppolaquiera @coppolablogcine

Las películas de James Bond ya no son lo que eran. 007 no levanta cabeza. Atrás quedaron los dorados tiempos de Sean Connery y de Roger Moore. Porque en esta nuevo trabajo de la famosa saga, Daniel Craig nos deleita con otra interpretación insípida, sosa y desaborida, de un Bond que sigue sin dar para más después de esa sucesión de impostores que le han venido dando vida película tras película. En Skyfall ni acompaña el intérprete, ni acompaña la historia, ni mucho menos la pensatez insufrible de la última media hora. Sam Mendes no supera el reto de las películas de 007. No acierta a contar una historia donde el interés suscitado sea de tal calibre que alcance a sobreponerse a esa reiteración que produce el hecho de que los espectadores hayamos visto casi todas las películas predecesoras de la saga. Como tampoco acierta a conservar el encanto y la redondez de las que dirigieron Terence Young (Desde Rusia con amor, (1.963); Operación Trueno, (1.965)), Guy Hamilton (Goldfinger, (1.964); Diamantes para la eternidad (1.971); Vive y deja morir (1.973); El hombre de la pistola de oro, (1.974)), o  John Glen (Octopussy, (1.983); Panorama para matar, (1.985)). Aunque destaca la interpretación -siempre laudable- de un estupendo Ralph Fiennes en el papel del nuevo M; lo cierto es que, en conjunto, Skyfall es otro fracaso más que se dispersa en los intrincados laberintos de un psicologismo freudiano del más bajo nivel; un psicologismo que defrauda por lo que tiene de grotesco, de barato y de inverosímil. Skyfal entretiene gracias a sus golpes de efecto, pero al compararla con las grandes de la saga su valor se deprecia como un billete de esos que ponen muchos ceros pero que no vale nada.
ANTONIO MARTÍN DE LAS MULAS