Skyfall, Reino Unido 2012

Publicado el 26 octubre 2012 por Cineinvisible @cineinvisib

El agente secreto 007 encarna, sin duda alguna, la franquicia visible por excelencia del cine actual. La serie celebra sus 50 añitos, de éxito ininterrumpido a través de la piel y los músculos de los 6 actores que han encarnado al británico más famoso del mundo, con esta 23 entrega y el lujazo de permitirse, por primera vez en la historia, un director con un Oscar de la Academia. Continuando con nuestra serie películas de Virilandia y sus viriles, si un hombre no podía faltar, ése era Bond, James Bond, capaz de llevar un bañador tan ajustado como Ursula Andress, y no sólo no morir en el intento sino además salir victorioso. Signo de los tiempos que vivimos el espía también se ha dejado seducir por la barba, aunque sea brevemente, hecho que no ocurría desde hace 10 años en Muere otro día.Todo el  universo del personaje nos incita a los sueños más juveniles de nuestra existencia: misiones imposibles, mujeres fatales, enemigos sádicos, coches de lujo, trajes de marca, lugares exóticos (de nuevo Turquía y Estambul en esta entrega y no me extraña, ciudad, símbolo por excelencia de la mezcla Oriente-Occidente y una de capitales más energéticas de Europa) y la seguridad de que, pase lo que pase, no se va a despeinar, le confiere al personaje esa aura de mito que reconforta al ciudadano de a pie y le muestra que, pese las peores dificultades, un hombre verdadero vence siempre y sin ni siquiera sudar. Evasión y espectáculo garantizado.La llegada de Sam Mendes a la gran pantalla, inicialmente director de teatro que adapta sus obras a la televisión (de hecho dirigió hace mucho, mucho tiempo a Judi Dench -7ª vez en el papel de M- en El jardín de los cerezos de Chejov), con American Beauty en 1999, marcó la nueva tendencia del cine de autor gran público del nuevo siglo: más psicológico, cínico, profundo, políticamente incorrecto y con grandes estrellas que se mojan en papeles excesivos o alejados de sus registros habituales.Su inmersión en la saga de James Bond prometía una sublime acción, ya lo demostró en Jarhead, el infierno espera (2005), oficios complicados en tiempos difíciles, Camino de la perdición (2002), heridas del pasado que no dejan de sangrar, Revolutionary Road (2008), y una exquisita ternura hacia sus personajes, Un lugar donde quedarse (2009). ¿Ha valido la pena la larga espera de esta producción poblada de dificultades?Tras la clásica escena de apertura de la serie, Jame Bond corriendo como alma que lleva el diablo tras el malo de turno (nivel de adrenalida al máximo de lo soportable) aparecen los, quizás, mejores títulos de créditos de la saga, acompañados por la  envolvente voz de Adele. Un comienzo prometedor a la altura de las circunstancias.Pero como era de esperar lo mejor llega con el malo de la película, Javier Bardem (el doble, espejo deformado o reflejo negativo de 007), rubio como la cerveza, lo que no es nada habitual para los infames asesinos de la serie. Y con él se desarrolla la escena más inesperada de la película, un interrogatorio que descubrirá nuevas revelaciones sobre los usos y costumbres de la vida sexual del agente secreto. Las interpretaciones de la escena darán mucho de sí en los foros bondianos…Toda la publicidad de la película, la campaña de marketing del lanzamiento de Skyfall y la celebración de su 50 aniversario han sido sabiamente conjugados en una perfecta combinación de suspense, imágenes espectaculares y entrevistas inteligentes. Aunque no creo que sea la mejor de la serie, como muchos ya han afirmado, sí se trata de una excelente película de género repleta de referencias y citas cinematográficas (como mínimo, La dama de Shangái, Apocalypse now, Ciudadano Kane, El silencio de los corderos... y hasta Lo que el viento se llevo). Y la película acaba (atención spoiler previsible) con una poderosa afirmación en la fecha de su aniversario: James Bond volverá. Sinceramente, eso es lo que desea el público. Skyfall se asemeja a un episodio de transición que establece las bases y los nuevos protagonistas de un futuro prometedor. Creo que nos queda 007 para rato (en todo caso, Daniel Craig ha firmado para rodar otras 5 entregas, récord absoluto). Feliz cumpleaños y larga vida al agente más versátil de la historia del cine.