Por Kino Navarro
A @alhucema66, la vida es un libro en blanco con muchas páginas por escribir.
Todas las ciudades del mundoDeja de traerme el cielo esculpido de tu sonrisa,
oasis de nuestros tedios muertos de hambre
ofrecen bebidas frescas
a las memorias de los solitarios y de los maníacos
y de los sedentarios.
Philippe Soupault
los días, las horas y los meses.
No me desvirtúes un año invencible.
Déjame volar por los caminos y las carreteras infinitas.
No voy apostrofar tu cuerpo con lágrimas otra vez.
Lo sabes, y quieres dictarme la penumbra de tus turbias
palabras, mientras brotan gotas azumbradas en tu cuerpo.
Dije adiós, vuelvo a decir adiós. Siempre adiós,
inevitablemente adiós. Mis ventanas perdieron las vistas.
Las olas vuelan e insisten, te despiden con bravío,
relegando tu rostro pálido. Ni las noticias hablan de ti.
Te he querido tanto y con tanta ansia que empeñé
mi corazón y el paraguas de nuestros besos.
No voy a desvanecer otra vez en aquellos versos,
tengo mis herramientas para dirigirte al olvido:
la respuesta está en el viento, quizá el te riga.
Ahora, brilla el sol métricamente bajo esta ciudad
que me protege.