La corriente eléctrica intermitente causa contracciones musculares breves que imitan la "inquietud" que las personas sin discapacidad sienten. Esta inquietud es una respuesta subconsciente a la incomodidad de presión mientras se está sentado o acostado. Estas contracciones musculares tienen muchos beneficios fisiológicos, incluyendo el alivio de la presión sobre las prominencias óseas y aumentando el flujo sanguíneo y la oxigenación de los músculos.
La tecnología, cuyo nombre en inglés significa la rehabilitación sensitivo-motora adaptada, ha sido desarrollada por un grupo de investigadores de la Universidad de Alberta (Edmonton, Canadá) bajo el proyecto "Alberta Innovates Health Solutions", con la investigadora Vivian Mushahwar al frente.
Varios pacientes en hospitales de Edmonton y Calgary han probado los prototipos Smart-e-Pantalones durante unas semanas con resultados muy positivos. Cada diez minutos durante diez segundos una corriente eléctrica, que no produce daño alguno, estimula los músculos de las nalgas permitiendo que la sangre y el oxígeno lleguen a ellos, lo que evita que se produzcan las úlceras por presión.
El sistema consta de tres componentes: un estimulador, los electrodos y una prenda interior. Los últimos prototipos de la ropa interior parecen calzoncillos bóxer con cremalleras, bolsillos delanteros y traseros que contienen ocho electrodos.
Los Smart-e-Pantalones envía una corriente eléctrica por 10 segundos cada 10 minutos. Hasta ahora, los investigadores han determinado que el mecanismo es seguro - tal vez sólo el 1 por ciento de los pacientes tendrá una reacción alérgica a los electrodos - e hipoalergénico.
El coste estimado de los Smart-e-pantalones es de alrededor de 2.000 dólares canadienses (unos 1400 €) con el paquete estimulador, este es el mayor gasto. La ropa interior cuesta hasta 70 dólares y se puede separar del componente eléctrico para la limpieza.
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