Smartphones: ¿las consolas de bosillo perfectas?

Publicado el 18 febrero 2018 por Moktar

Retrocedamos unos 25 años: en aquellos momentos, la Game Boy causaba furor en su primera edición, aún en blanco y negro, y no era la única: la Game Gear le harían la competencia, repartiéndose el mercado de las consolas de bolsillo principalmente Nintendo y Sega. La evolución de Nintendo quiso un replanteamiento, con una consola con controles táctiles mucho más primitivos de lo que queremos recordar, y micrófono incorporado para interactuar de manera diferente. Sony, que se había introducido en el mercado unos años antes con su primera PlayStation, contraatacaba con la PSP (PlayStation Portable). ¡Casi nos cuesta concebir tener que introducir un cartucho en una consola para empezar a jugar!Hace unos 10 años, muchos consideraron el iPod Touch de segunda generación como el comienzo de una nueva era. Aquí, los juegos se descargaban desde una tienda de aplicaciones directamente al dispositivo, que podía almacenar cientos de ellos. Los precios de estos juegos eran incluso un 80% más baratos que los cartuchos de la Nintendo DS o la PSP, y había muchos títulos gratuitos. El acelerómetro y los controles en pantalla multitáctil dieron lugar a juegos muy diferentes, y a partir de ahí todo empezó a cambiar.Hoy por hoy, no vamos a negar que la Wi-U se siga vendiendo, y triunfando, para un público verdaderamente amante del mundo gamer, pero también hay un tipo de jugador más ocasional o interesado en juegos de otra índole que ha sustituido estas consolas de bolsillo por sus terminales. Nintendo ha tenido que pasar por el aro y sumarse al amplísimo catálogo de juegos que tiene Android, probablemente más que Apple, ya que su tienda contempla menos restricciones, y en muchos casos, los desarrolladores prefieren lanzar sus títulos primero para Android, un sistema, a rasgos generales, más abierto.Las pantallas táctiles, acelerómetros, sensores de voz y conexiones de alta velocidad a internet han permitido la irrupción de juegos tan sofisticados que apenas notamos diferencia en su versión para smartphone frente a versiones para consolas de salón como la PS4. A veces, incluso lo pone más sencillo: no hace falta recordar combinaciones de teclas o botones, no requiere de accesorios físicos para, por ejemplo, detectar movimiento o cantar y ser “escuchado” por el juego.En definitiva, nada hay más compacto que un smartphone de última generación. Sin embargo, no todo el mundo demanda juegos de altas especificaciones. Para gustos, colores, y también para prestaciones de cada teléfono. Para dispositivos menos potentes, y para gamers que prefieren partidas rápidas o juegos en los que la estrategia prioriza sobre la habilidad o la acción, suelen ser los juegos tipo puzzle o basados en la suerte los que triunfan, como jugar a la ruleta gratis, sin dinero de por medio.Como solución a que muchos terminales de gama media o baja tienen poco almacenamiento disponible, muchos juegos se desarrollan en la nube, procurando ocupar poco espacio en el smartphone, y a cambio además permiten partidas multijugador. También la solución de juegos integrados en otras aplicaciones, como Facebook y su no muy conocido submenú de juegos desde el smartphone, o versiones web de algunos desarrolladores para terminales más básicos, es una alternativa que ha propiciado la popularización de los juegos en línea.Otro sector de jugadores que no podemos menospreciar son los de edades muy tempranas o verdaderamente avanzadas: los niños en edad preescolar y los mayores de más de 70 años se han incorporado al mundo del juego digital precisamente por la facilidad y la inmediatez que permite un smartphone: sin botones, sin tener que enchufar nada; simplemente elegir juego y comenzar a disfrutar. Sólo hay que echar un vistazo a las categorías de Google Play para descubrir que una de las principales es la de “Familiares”, pero tanto “Puzzle” como “Casino” también son muy populares. Las personas mayores no quieren tener que aprender (por norma general), y los más pequeños, todavía no tienen la capacidad de comprender ciertos controles. Por eso, antes no existía mercado de videojuegos para uno u otro grupo de edad.