Atención, por tanto, a la elección, si la ceremonia se celebra de noche con recibimiento y fiesta hasta altas horas y en un contexto lujoso, comenzando por el lugary terminando por la disposiciónde la sala destinada al banquete, entonces seguro que no se equivocará en la elección del smoking como traje de boda.Un tuxedo, como lo llaman los americanos, expresa la máxima elegancia del color negro absoluto, que acepta el chaleco de sociedad o cruzado, desaconsejando el fajín y pajarita coloridos, que combinan peor.Los calcetines largos, en hilo de Escocia o seda tendrán que ser negros.
Las versiones más tradicionales del smoking son de un solo botón con chaqueta normal o cruzada, con la solapa a punta en raso a contraste con el tejido negro del traje, en pura lana o mezclasnew-performance. Se vuelven a llevar los modelos inspirados en las versiones más tradicionales pero con tejidos que recuerdan a la década de los 70, como el terciopelo negro, rojo, verde y el elegantísimo azul noche,para las chaquetas más atrevidas en tejidos adornados ton-sur-ton.
Atención a los accesorios, la camisa rigurosamente blanca puede ser con cuello diplomático o clásico en tejido piqué, o con plisé por la delantera. En ambos casos el detalle de los botones (o dress studs) coordinados con los gemelos serán un signo de distinción, concluyendo con la elección del reloj. Detalles que deberán ser de valor aunque sin ser excesivos, sabiendo hacerse notar con discreción.