Por René Javier Domínguez Morales
En el crucial séptimo pleito, la nave azul se descarriló por completo. Fueron exterminados y vapuleados por una escuadra tunera que peleó como guerreros todo el tiempo. No recuerdo una novena que haya sido tan difícil de derrotar en Postemporada. Regresaron heroicamente en tres de las cuatro victorias y ahí estuvo la clave.
Un hombre –Yosvani Alarcón- atacó sin piedad a los tiradores capitalinos. Largó bambinazo, doble, par de imparables e impulsó tres, en su noche perfecta. El enmascarado tunero apenas promediaba (.200) en la serie, pero impuso grandeza y clase en el momento más importante del año.
El resto fue una fiesta desde la grada, frente a cada lanzador y bateador azul. Las Tunas jugó con Industriales en toda la extensión de la palabra hasta someterlo en un Julio Antonio Mella, que vivió tal vez la emoción más extraordinaria de su vida. La gente no pudo contenerse e invadió el campo para festejar la utopía.
Otra vez Víctor Mesa queda como un náufrago en la mar, otra vez desperdicia una ventaja de (3-2) en play-off y otra vez parece tocado por una malvada maldición que le impide triunfar. Ya pasó en Villa Clara, Matanzas y ahora con Industriales. ¿Qué vendrá después? Solo el repique de cientos de tambores mágicos mostrará el camino…
Sin embargo, es válido reconocer que devolvió la afición al Latino, prometió llenarlo y lo consiguió. Renacieron las esperanzas en cientos de jóvenes que hacía mucho no sentían el béisbol y abrazaron el sueño de campeón. De nuevo Industriales estuvo en los autos, las calles y en la vida de la ciudad. Eso fue una realidad y de cierto modo, él fue el motor de ese renacimiento.
Ahora la gente buscará culpables, seguramente algunos afirmarán que Vladimir desperdició dos salvamentos de campeonato o que la defensa perdió el rumbo cuando no debía, pero para los Azules siempre habrá una temporada más y están llamados a una restructuración. Trabajar con la mirada puesta en las figuras jóvenes y formar jugadores con compromiso.
A Las Tunas: la admiración y el respeto de todos los aficionados. Brillaron como pocos y no se amilanaron nunca. Son grandes porque vencieron a un pedazo de la historia y desde el próximo sábado a las 4:00 p.m., en el Julio Antonio Mella, buscarán escalar la cima ante Granma en una final inédita con boleto a la Serie del Caribe en Guadalajara, México.
Lo positivo: Andrés Quiala y Yuniesky Larduet, pegaron para .583 y .409, respectivamente.
Lo negativo: La defensa azul hizo (6) costosos errores en los juegos 6 y 7, que pesaron demasiado.
Lo increíble: La mala fortuna nunca abandonó a Freddy Asiel, quien se fue sin ganar un solo juego con la camiseta azul.
La pregunta: ¿Regresará Víctor Mesa con los Leones para la Serie 58?
MVP: Danel Castro y José Ángel García.