Mi último artículo para larazon.es
Lo que nos está ocurriendo en España es el efecto llamado Dunning-Kruger:
individuos que se hacen llamar políticos, con escasa habilidad y
conocimientos, y que sufren de un sentimiento de superioridad,
considerándose más inteligentes que otras personas más preparadas,
midiendo incorrectamente su capacidad por encima de lo real. ¿No les
suena de algo? Estos insufribles negociadores son incapaces de reconocer
su propia ineptitud y extrema insuficiencia, sobreestimando sus
habilidades.
La casta política española se ha convertido en un caldo
de cultivo para la proliferación de corruptos y vendedores de humo,
donde los “políticos” a falta de valores, sentido común, sentido
patriótico y formación académica, se van forjando en las telarañas de
sus partidos, trepando desde lo más bajo hasta ir alcanzado el objetivo
de llegar a ser altos cargos sin tener ningún mérito excepcional.
Cualquiera vale; así nos va. Porque lo que prima para llegar a lo más
alto en política es la propia incompetencia del incompetente. Les falta
de todo, pero les sobra cara dura, ambición y arrogancia. Seguir leyendo..