Vivimos una de las épocas donde más se está viendo la contradicción capital-trabajo. Los que tienen el poder (a los que podríamos llamar "los indignos"), y que no han sido elegidos, están poniendo contra la pared a los que movemos el mundo con el duro día a día.
No quiero hacer tampoco un gran análisis sobre por qué debemos tomar la calle ante esto. Valdría decir que es, simple y llanamente, porque nos pertenece. Y cuando digo nos hablo de tí y de mí: hablo de todos y todas. Que cada persona busque su motivo, que, con la que está cayendo, hay unos cuantos.
Sobre la plataforma que quiere dar vida el 15 de mayo a una rebelión ciudadana (que deberá ser ante todo ética) se habrá hablado mucho. Cuando un contacto de Tuenti vino a explicarme que estaba surgiendo algo desde las redes sociales y comenzó a explicarmelo, comencé a indagar y a descubrir por mí mismo para ver en qué consiste.Sus propuestas son facilmente asumibles por organizaciones obreristas. Sin embargo, el movimiento es apolítico (su cartel principal carga contra los políticos) y no admiten adhesiones de partidos u organizaciones políticas y sindicatos. Es algo entendible viendo el panorama, aunque no comparto la frase del "todos los políticos son iguales" porque no es cierta (ni tanto ni tan calvo) y porque, además, políticos somos tod@s (la política está en todos los aspectos de la vida).
Aunque tenga esa discrepancia, creo que el movimiento es potente y por eso lo apoyo. Y es potente porque tienen a mucha gente trabajando por una misma causa: rebelarse. Para el día 15 de mayo hay convocadas más de 30 manifestaciones en todo el territorio español y yo voy a ir a la de Madrid.Creo que hay que articular un movimiento que encauce la indignación de muchos y muchas y que logre sostener una movilización continuada.
Después del 15 de mayo habrá que sacar las primeras conclusiones y ver hacia donde hay que ir, pero creo que la potencia del movimiento no se puede desperdiciar. ¿Y si la plataforma se sentase con organizaciones que estén de acuerdo con todo esto? Seguro que sacamos unas cuantas reuniones fructiferas.Lo que en mi cabeza está claro es que esto hay que encauzarlo. Ya sea a modo de proceso constituyente junto a mucha más gente (militantes de otras organizaciones que estén por la labor) o como otra cosa.
Pero se tiene que notar. Y el primer paso es inundar las calles de todo el país el 15 de mayo.