Como ya he comentado con anterioridad, a la mayoría de los políticos, pero no sólo a ellos, también a jueces, médicos, militares, obispos, misioneros, funcionarios, maestros, banqueros, periodistas y líderes de opinión, por citar algunos especímenes de la diversa fauna humana, se les llena la boca con lo de la "vocación de servicio"; sobre todo cuando hablan de la suya. No deberíamos creerles siempre. El altruismo no es moneda de uso corriente entre las clases altas (ni entre las medias, ni las bajas, dicho sea de paso) aunque excepciones, haberlas haylas. Y lo que ellos llaman "vocación de servicio" la mayoría de las veces no pasa de ser ambición personal, ganas de medrar, búsqueda de gloria, pasión por el poder, ansias de mando, y a veces, hasta búsqueda del martirio como medio para ganarse el cielo. Casi cualquier cosa menos altruismo.
Que con la que nos está cayendo los españoles sigan confiando en el sistema político democrático que nos dimos en 1978, es una indudable prueba de madurez política, que nuestros representantes no deberían tomar como un cheque en blanco. Según la primera entrega de la
encuesta de Metroscopia para El País, titulada "Pulso de España 2014" y publicada el pasado domingo, un 66 por ciento de los consultados considera que sin partidos políticos no puede haber democracia; y un 75 por ciento que los partidos políticos son necesarios para defender los intereses de los distintos grupos sociales.Simultáneamente, esos mismos españoles, o al menos el 75 por ciento de los encuestados, consideran que tal y como los partidos están ahora organizados y funcionan, es muy difícil que logren "atraer" y "reclutar" para la actividad política a las personas más "competentes" y mejor "preparadas" (los entrecomillados son míos), y que España necesita una segunda Transición que, con el mismo espíritu de pacto y concordia de la primera, modifique y actualice muchos aspectos de nuestro actual sistema político (otro 75 por ciento).Les invito a examinar los restantes datos de la encuesta en el enlace de más arriba, y de paso el comentario y anális que de la misma realiza para el diario El País el sociólogo Juan José Toharia, doctor en Sociología por la Universidad Complutense de Madrid y por la Universidad de Yale, que pueden leer aquí. Y quedamos a la espera de esa segunda entrega que se nos promete interesante.Sean felices por favor, y ahora, como también decía Sócrates, "Ιωμεν": nos vamos. Tamaragua, amigos. HArendt