¿Nos estamos volviendo un blog botánico? No. Pero resulta que hace unos días esta planta, de placida y bucólica existencia se hizo mediática. Los telediarios dieron la noticia de que en una fiesta rave en la periferia de Madrid, un fulano y su novia vendieron semillas de estramonio a unos incautos de 18 añitos . Dos de ellos murieron por la ingestión y otro quedó grave.
Pero como quiera que nos encontramos en la sociedad de la información y que los nativos digitales, según Prensky, se mueven como pez en el agua en Internet, otro joven de Badajoz, de 24 años esta vez, buscó en Google esta “desconocida” planta. Tras un paseo campestre demostró a sus amigos sus reciente ciberformación fitológica, y por-mi-y-mis-compañeros-y-por-mi-primero realizó una ingesta que lo llevó a entrar en coma. Como respuesta ridícula, las autoridades locales están segando las matas de esta planta que se encuentran en los alrededores de la ciudad ¿será el siguiente paso eliminar de las estanterías de supermercados y droguerías todos aquellos productos tan útiles para la limpieza pero que puede llegar a ser mortales si algún cretino intenta “colocarse” por poco dinero?
Esto nos viene a demostrar que información y conocimiento no siempre caminan de la mano, que lo del nativo digital no es una etiqueta que se merezca por la fecha de nacimiento, y que cada día que amanece... alfonsovazquez.comciberantropólogoFotografía: Marko Almagro