El independentismo catalán no ha sido un movimiento creado a partir de las clases populares en sí (y más si tenemos en cuenta los antecedendes de éste durante estos últimos años), sino más bien un movimiento impulsado desde los partidos políticos y la burguesía afines a la creación de un nuevo Estado catalán y del aparato de propaganda y sus medios de comunicación, promoviendo y dando apoyo a este proyecto.
Por lo tanto es un error pensar que un séctor del pueblo catalán (el que quiere la indepedencia, por motivos esencialmente materiales; la mayoría de lo que se denomina como "clase media" y una parte del séctor más desfavorecido por la crisis económica del 2008 ) haya sido el principal creador de esta inciativa. Cuando en realidad los verdaderos artífices han sido los partidos políticos y la burguesía catalana, los que han arrastrado a sus bases y a una parte de la población (en la inmensa mayoría despolitizada) a posicionarse a favor de la independencia, sin tener en cuenta entre otras cuestiones lo que va a significar y las consecuencias que va a conllevar la creación de un nuevo Estado catalán.