Holi. Qué pasiones despierta The 100, ¿verdad? Su cuarta temporada aún no ha comenzado, pero ya hay gente odiándola y haciendo sobre ella maravillosos chistes crueles -la imagen que encabeza el artículo es, honestamente, uno de mis favoritos-. Los fans de The 100 le dicen que se calmen a los fans de Lexa que detestan la serie; les dicen, ¡ya está bien! Se acabó la broma. Lexa ha muerto, pasen página, piérdanse. Y yo me pregunto... ¿realmente tienen derecho a pedir eso?
Tengo que decir, antes de entrar al meollo de la cuestión, que me asombran -y dan miedito- las guerras internas entre fandom y el, ¿ex-fandom?, de The 100. El drama fino filipino que hay entre las Bellarkes y las Clexas no tiene nada que envidiar a las batallas que hemos visto en la serie. Las Bellarkes probablemente te dirían que las fans de Clexa son unas exageradas, unas histéricas, y que deben "dejar ir" ya la serie... y ese argumento enlaza con la reflexión que quería plantearos. Porque el gran problema es precisamente ese: que las fans de Clexa no pueden "dejarlo ir" cual Elsa de 'Frozen'. Y no pueden porque siguen de luto. Siguen dolidas, y creo que eso es algo que muchos fans de The 100 no acaban de entender.
No vamos a entrar de nuevo en el tema de las mentiras que hubo al fandom mientras Lexa seguía viva, y tampoco en la problemática del cómo la mataron: ya reflexionaba sobre todas esas ideas, y sobre la responsabilidad que los guionistas tienen con sus personajes LGTB, en este artículo. Porque lo cierto es que yo, cuando pienso en todo este tema, acabo concluyendo que me siento a medio camino. Por una parte disfruto The 100, tengo intención de ver la cuarta temporada, y valoro que ha hecho cosas bien. Pero, por otra, me pesa lo de Lexa. Como digo, no es solo que la mataran: es todo el contexto que rodeó su muerte, dentro y fuera del show -por no hablar del resto de problemáticas de la temporada con Bellarke y Lincoln-. Esa desilusión al ver cómo la cagaban tantísimo con una de las parejas de chicas LGTB más originales y radiantes que ha tenido nunca una serie... aún pesa. Y lo entiendo. Es más: lo respeto, y creo que todos deberíamos respetarlo.
¿Por qué no íbamos a aceptar esa indignación? ¿Por qué no les dejamos canalizar y expresar toda esa rabia de la forma que quieran? Haciendo chistes, deseándole lo peor a la serie, haciéndole vudú a Jason... ¡lo que les salga del chichi! Lo importante es que hagan lo que tengan que hacer para sentirse mejor. Es evidente que también es totalmente respetable un fan de The 100 que la ame a muerte y tenga como OTP a Bellarke -a pesar de que Eliza Taylor la niegue cada año-, pero es que ese es el quid de la cuestión: todas las posturas son respetables, tanto la de una persona dolida por desencantarse con una serie que pensaba que iba a mostrar -por fin- una buena representación LGTB, hasta la de otra que sea el más ferviente fan de Bellarke.
Amémosnos. Sobrepongámonos al odio entre nosotros y canalicémoslo
Isidro López (@Drolope)