El término ser se usa de dos maneras: como sinónimo de existencia -decimos que algo es porque existe-, y como sinónimo de esencia, decimos qué es cada cosa, por ejemplo, que el agua es un compuesto químico. Si ser es sinónimo de existencia y el vacío y la nada existen, entonces la pregunta por qué existe algo en vez de nada carece de sentido, pues no habría oposición entre algo y nada. Me explico: Parménides fue el que echó a correr el problema del ser en occidente. Para él, el ente debe ser algo duro, con presencia, inmóvil, inmutable. Por eso del ser quedaron excluidos el cambio, el vacío, etc. El filósofo negó el movimiento e incluso la muerte cuando afirmó que la silenciosa destrucción ha sido expulsada para siempre, la expulsó el pensamiento verdadero. Nada muere porque ningún ser puede convertirse en su contrario, la nada. Pero si decimos que el término ser debe incluir al vacío, porque este también existe, entonces tenemos la solución de Demócrito: existen los átomos y el vacío, que es el lugar en que estos se mueven. Al existir también la nada, la muerte -que es la aniquilación de la vida-, también existe.
Parménides limitó el término ser a lo que hoy llamaríamos materia, a lo que posee masa y presencia. Eso para mí fue un error, porque el vacío -sea que exista como tal o esté lleno de energía o materia oscura- también existe, por tanto, es ser. Aristóteles, quien sistematizó la lógica y la metafísica, dijo que el ser es un término análogo. Esto quiere decir que se aplica en parte igual y en parte diferente a las cosas. Uno es el ser en potencia, otro el ser en acto. Uno es el ser de la sustancia (en sí), otro el del accidente (ser en otro). Los accidentes solo pueden existir en sustancias. Mis pensamientos no pueden andar sueltos por las calles o buscando trabajo. Están en mí, son mi producción. Pero olvidó tratar el ser de la nada, del vacío, que también existe o puede existir. Cuando nos preguntamos por qué existe algo en vez de nada es porque limitamos el término ser a un ente concreto, como un átomo o un planeta, que se destaque en un vacío. Pero si pensamos que la nada también existe, entonces no tenemos derecho a oponerla al término ser. Porque esa nada no solo existe, sino que tiene esencia o definición, sería el lugar en que están los cuerpos o la distancia que hay entre uno y otro cuerpo.