Ayer
se vivía en Ondarroa, localidad de la provincia de Vizcaya, una situación que
me llamó la atención. Resulta que la etarra Urtza Alkorta debe cumplir una
sentencia de la Audiencia Nacional, que la ha condenado a 5 años de prisión por
pertenecer a ETA y colaborar con esta banda terrorista y últimamente el entorno
etarra, a fin de evitar las detenciones de condenados por terrorismo, se dedica
a organizar “muros humanos”, tratando de impedir que las Fuerzas de Seguridad
del Estado procedan a la detención del condenado de turno.Y
ayer se vivió esta situación en un puente peatonal de Ondarroa. La policía
autonómica vasca se vio en la necesidad de ir retirando, uno a uno, a las cerca
de 500 personas que trataban de impedir la detención, oponiéndose a la
actuación policial y al cumplimiento de la sentencia de la Audiencia Nacional.Y
entre los “manifestantes” se encontraba la portavoz de EH Bildu en el
Parlamento Vasco, Laura Mintegi, la cual no dudó de hacer alarde de
su condición de aforada (para eso sí les interesan las leyes españolas) y de
amenazar a los ‘ertzainas’ indicando que tenía el teléfono personal de la
Consejera de interior del Gobierno vasco y que la iba a llamar.Así
se las gastan ahora los etarras, actuando como los chulos de barrio. Por un
lado logran protagonismo, salir en las noticias y que se hable de ellos, por
otro continúan con sus políticas de agitación social.Y
el Estado lo permite, permite que se tengan que movilizar a más de 300 agentes
de la Policía, con el coste económico que eso conlleva, permite que una
parlamentaria autonómica le amenace y esgrima su condición de aforada al
enfrentarse a los agentes de la autoridad. En este País el Estado permite
muchas cosas que no ocurrirían en cualquier País normal.¿A
qué espera el Gobierno para ilegalizar a Bildu? o si no se atreven, ¿a qué esperan para eliminar los aforamientos? ¿A qué espera el Gobierno para
legislar y que se pueda condenar por apología del terrorismo a quien apoye
estos actos violentos? No sé a lo que espera, lo que sí sé es que tendré que
esperar sentado…