No soy una persona que se fanatiza o que elije algo como “el favorito”, pero si tengo que elegir un destino de los cuales visité como el preferido, sin duda alguna elijo a las Cataratas del Iguazú.
No existe un adjetivo que califique lo que se siente estando ahí, ese torrencial de agua cayendo por todos lados deja impactado a cada persona que llega hasta el lugar.
Fui tres veces a visitarlas y tengo programado volver a ir próximamente ya que Migue estuvo siempre por ir pero nunca pudo, y visitar ese tremendo lugar juntos es un gran Momento por Atrapar…me encantaría poder hacer juntos el paseo en Luna llena.
La ultima vez que fui, fue como coordinadora de un grupo de 103 estudiantes. Ni bien llegamos al ingreso nos decían que debíamos ir acompañados de un guía del lugar, cuestión que nos complicaría mucho al ser tantos y al querer ir cada uno con su grupo de amigos más allegados, por lo que pudimos convencer a la gente del parque que nos dejen entrar solos. Y así fue como de repente nos dividimos todos y empezamos a recorrer el lugar.
Como ya había estado allí dos veces, esta vez decidí realizar la excursión de “La Gran Aventura”, que incluye un recorrido por la selva en vehículo hasta un mini puerto donde continuó el recorrido en lancha hasta llegar a la Garganta del Diablo, por el agua.
Coatí preparado para atacar
la comida de los turistas
Una vez que finalizó la excursión pasamos por el circuito inferior hasta que llegó la hora de almorzar, cosa que es muy caro dentro del Parque, por lo que recomiendo que al que decida hacer un viaje económico, lleve una vianda y mucha agua fresca.
También es importante tener en cuenta, que existe una gran diversidad de especies animales dando vueltas por el Parque, particularmente los coatíes, quienes se mal acostumbraron a comer lo que los turistas les dan, lo que lleva a que en un momento de distracción, llegue alguno de ellos a robarte la comida….
Después tomamos el famoso “Tren de La Selva” para continuar el recorrido por las pasarelas que finaliza en la “Garganta del Diablo”, el sector más impactante de todo el Parque.
El regreso a la estación fue bastante agotador, el tren sufrió un desperfecto que nos llevo a (luego de una siestita en la parada) volver caminando, algo que también recomiendo hacer ya que se puede disfrutar de la selva misionera a flor de piel. (Llevar buen calzado ya que es mucho lo que hay que caminar y este tramo es todo por tierra y barro).
Por ultimo quedó el circuito superior donde se pueden visualizar sin duda las mejores vistas panorámicas de todos los saltos.
Para más información: /http://www.iguazuargentina.com/
Nos alojamos en: Hostel Park Iguazú
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