Sobre fotografías, fundadores y más...

Por Beatriz

Fotografía del beato padre Luis Tezza
autor: blog Agua Viva
En medios católicos se ha publicado el decreto del director general de los Legionarios de Cristo en el cual se manda retirar todas las fotografías del padre Maciel de todas sus casas, institutos, colegios, etc.
Esta noticia me hizo recordar algunas preguntas que me planteo desde hace buen tiempo sin hallar respuesta: ¿Por qué los movimientos y órdenes religiosas relativamente nuevas cuelgan en las paredes de sus casas, oficinas, institutos, colegios, etc.,  el retrato de su fundador? ¿No es una forma de venerar en vida a una persona que aun no ha sido canonizada por la Iglesia? Y mi mayor pregunta es: ¿Por qué el fundador lo permite?
El único y verdaderamente importante es Jesucristo.  Nuestras obras y méritos son en realidad suyos.
Me refiero a venerar en vida.
Personalmente prefiero a los fundadores que huyen de las entrevistas, los medios, y las fotografías, por supuesto, hasta donde sea posible.  Prefiero a los "iconoclastas de sí mismos" en vida....Sin embargo, Dios no enciende una lámpara para no dejarla brillar, después de muerto el fundador, será la Iglesia quien diga si es una lámpara que debe permanecer en un lugar alto (Mateo 5, 15).
No confundir con los santos fundadores. Los Oblatos de María Inmaculada tienen el retrato de su fundador, Eugenio de Mazenod , colgado en las paredes de todas sus casas y parroquias, pero él es un santo canonizado por la Iglesia. Lo mismo sucede con San Ignacio de Loyola, fundador de la compañía de Jesús.  El beato padre Luis Tezza es el fundador de las Hijas de San Camilo.  Al entrar a la Clínica Tezza se encuentra su retrato colgado en la pared.  Los santos y beatos son perfectos imitadores de Jesucristo.  Al venerarlos en realidad veneramos el poder de la gracia divina que puede transformar corazones al punto de hacerlos parecerse a Jesús.
No confundir tampoco con la fotografía de un ser querido que tienes en la mesita de noche o en la pared de tu casa.
Me da la impresión que colgar la fotografía del fundador en vida contribuye a "inflar" el ego de esa persona, y el ego, nuestro ego, es algo que debemos mantener a raya....Cuando Jesús dijo "el grano tiene que morir para dar fruto" algunos lo interpretan como el ego que tiene que morir, dejar de ser "Yo" para ser "Tú".... y esas fotografías en las paredes, me parece, solo contribuyen a inflar el "Yo".
Conversión, renovación y purificación.
He observado en mi diócesis la costumbre de colgar en las paredes de las oficinas parroquiales la fotografía de nuestro obispo, y si cambia el obispo, la retiran y colocan la del nuevo obispo (no tengo idea si ocurre lo mismo en otras diócesis) y me planteo las mismas preguntas: ¿No están venerando en vida a una persona que no ha sido canonizada? ¿Por qué lo permite el obispo? 
Busco respuestas sin ánimo de molestar a nadie.