Sobre Jiménez Fortes en la de Miura de Pamplona

Por Malagatoro

Antonio Lorca en El País:

“No cabe duda de que Jiménez Fortes posee una cualidad imprescindible para ser figura, cuál es un valor indiscutible, que le permite transmitir una serenidad en la cara del toro que puede sonar a inconsciencia. Se enfrentó por vez primera a los toros de Miura y lo hizo como quien torea de salón; y, claro, se llevó dos volteretas impresionantes en su primero, que permiten calificarlo de alocado e irreflexivo.

Pues no está claro el asunto de la gestión del valor inmenso que posee este torero y su presunta precipitación juvenil. Es meritorio que reciba a su primero de rodillas en la puerta de chiqueros; después, la cogida, impresionante, llegó tras un imprevisto resbalón en la cara del toro, y este aprovechó para buscarlo con saña, levantarlo en peso y propinarle un costalazo contra el piso de la plaza, de esos que solo aguantan toreros de tan corta edad. Después, quiso muletear al miura como si fuera un juampedro y, quizá, no alcanzó a entender su nobleza del modo que el animal requería; tanto es así, que dio la impresión de que le perdió el respeto a su oponente y, ahí sí, llegó otra voltereta, en esta ocasión por exceso de confianza, de la que, de nuevo, salió milagrosamente ileso.

Pero aprendió la lección, lo que dice mucho y bien de la cabeza de este torero. Cuando se presumía que saldría en el sexto a revientacalderas para abrir la puerta grande, se vio, por el contrario, a un joven asentado, sereno, sin arrollar la razón, dispuesto a exprimir el escaso recorrido y la falta de casta de ese toro que no le permitió redondear una tarde en la que tenía puestas todas sus esperanzas. Pero demostró que no le avasallan las prisas, que es capaz de pensar y gestionar su valor, por lo que se le puede presumir un gran futuro.”

Alcobendas82” en el blog “Banderillas negras”:

Jimenez Fortes ha salido entregado a por su primer Miura. A portagayola y con más valor que armas para hacer frente al burel, dejó claro que le sobra raza para funcionar. En la muleta el toro fue bueno por ambos pitones y el malagueño cumplió la papeleta con buen tono para sus dos años de alternativa pero por debajo del animal. No se le puede reprochar nada más que su nulo uso de la mano izquierda y las carencias técnicas lógicas de su bisoñez. OREJA.
En el sexto puso ganas y valor ante un toro que no tenía nada dentro. Se agradece el gesto y es necesario que al valor empiece a acompañarle el toreo. Espada baja y SILENCIO. Muy bien Carretero en la brega.
Necesita tiempo y mejorar.
FORTES PONE EL VALOR POR ENCIMA DE SU MULETA EN PAMPLONA. GESTO QUE LE HONRA PERO NECESITA TIEMPO Y MEJORAR. OTROS, CON MÁS RODAJE Y ARMAS, NO CONOCEN ESTE HIERRO.
SI LAS FIGURAS, CON MÁS RODAJE QUE FORTES Y MÁS ARMAS, FUERAN TAN INCONSCIENTES COMO ÉL, CUÁNTO GANARÍA EL AFICIONADO.

Agustín Hervás en su blog:

Había salido de la larga cambiada en la segunda raya frente a chiqueros indemne, pero luego el toro arreó y trompicó a Fortes que fue derribado y puesto a merced de la furia. Fortes se quedó mirando al toro un instante como diciendo y ahora qué. Y el qué, era darse la vuelta para que la furia de las cuchilladas no le atravesara el corazón ni hieran sus ojos. En supina posición, la furia lanzaba navajazos obrando la arena sin hacer mella en la carne. Así casi el minuto, y sobre el tiempo Fortes no cambió la color. Rosadita la tez, como cuando Mari lo parió. Su mirada noble conteniendo la furia, y su gesto impávido. No le visitó el miedo. No le venció el desdén aunque lo pareciera. No era desprecio. Era la sangre de los valientes que bullía en sus venas al calor de la arena pamplonesa.

Llamamos a Tomás autista del toreo. Fortes es el autista del miedo. Jamás en tanto tiempo alrededor de los toros vi tanta serenidad ante la muerte. Vencerla es de héroes.

Carlos Ilián en Marca:

Jiménez Fortes se fue a portagayola y en un barullo después de ejecutar la larga cambiada fue volteado de fea manera. Parecía que aquello era debido a la fiereza del miura. Pero qué va, en realidad el animalito era muy bondadoso como se demostró en la muleta. Fortes le cortó una orejita porque mató de una estocada al borrego, sí ¡un borrego de Miura!, ver para creer. El animal tomó dulcemente la muleta y Fortes lo templó con reposo. En el sexto se conformó con unos muletazos desaliñados ante la morucha embestida de aquel armario con cuernos de 650 kilos de carne y ni un gramo de casta.