Arturo Ramos R.
Leo el diario editado por la Alcaldía de
Caracas. El mismo destaca la noticia siguiente, según revela una “fuente extraoficial”: “90% de asambleas postuló a Jorge Rodríguez como alcalde”, La tendenciosa nota, constituye una violación clara de las normas que establece el reglamento para las elecciones internas del PSUV, en tanto la línea editorial del periódico obedece a las instrucciones del alcalde Rodríguez, quien de ese modo y de manera groseramente ventajista, prevalido de su cargo, abre los fuegos contra el resto de los compatriotas que resultaron favorecidos ayer.
Habrá que ser tonto para creer el porcentaje que revela la “fuente extraoficial”. La mentira corre mucho, pero tiene patas cortas, dice el adagio popular. Es público y notorio ya, que las cifras no son esas y que, si bien Rodríguez obtuvo un buen número de menciones, las mismas están muy por debajo del 90 %, incluso por debajo de otro nominado que ni siquiera tendrá la posibilidad de medirse debido a que actualmente es diputado y a pesar de que públicamente manifestó su no participación en las jornadas en cuestión. También sorprenden algunos nombres outsiders de propuestos como Evelio Arrieta o Nícmer Evans, ante la negativa de muchas UBC en postular al alcalde en funciones.
Lejos de usar recursos tan balurdos para imponerse, el compatriota Rodríguez debiera reflexionar porqué, luego de 4 años, no logró el porcentaje que se autoatribuye. Debiéramos reflexionar todos, y en especial la Dirección del PSUV, sobre la importancia de una democracia interna que responda a la decisión y deseo de la mayoría partidaria, por encima de los intereses de personas, tendencias o sectores que pretenden imponerse. Por desgracia, el fin de semana padecimos la injerencia autoritaria y burocrática que advertí en un artículo anterior (
http://www.aporrea.org/actualidad/a157857.html ) , no sólo en Caracas, sino en otros municipios del país. ¿Qué decir sobre la decisión de “cooptar” al abanderado para la Alcaldía Metropolitana, con la cual se le cerró la posibilidad al compatriota Eduardo Samán? En muchas UBC, en franca y justa rebeldía contra la instrucción de la máxima directiva psuvista, Samán fue postulado. Otra señal a tomar en cuenta.
No tengo dudas de que si el actual alcalde es finalmente nominado, todos de manera disciplinada iremos a votar por él; estoy seguro que ganaremos. Cualquiera de nuestros candidatos ganará fácil ante batesquebraos como Leocenis García, Ismael García o Antonio Ecarri, cuyas prácticas personales están más cerca de la delincuencia que del ejercicio político. Pero el asunto no es ganar, sino ganar lo más ampliamente posible y que los electores tengamos confianza en que el próximo alcalde se partirá el lomo en la construcción del poder popular, mandando obedeciendo, de votar y hacerlo satisfechos por un nombre luego de un proceso interno equilibrado y no “porqué no tenemos más remedio”. Si se violan las normas elementales de participación y protagonismo, que son base y principio de la revolución bolivariana, el candidato propuesto que resulte alcalde, tendrá un plomo en el ala, verá mermado su liderazgo y capacidad de convocatoria y estará incapacitado para invocar la unidad, ante los tiempos difíciles que todos rogamos nunca lleguen.
Ante la ausencia del Comandante Chávez por su convalecencia, todos debieran recordar que la única posibilidad de suplir su liderazgo reside en la energía colectiva de las bases, en la decisión mayoritaria y soberana de la militancia. Me pregunto: ¿Será que algunos se olvidan de MANDAR OBEDECIENDO? Si es así, marchamos derechito al abismo.
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