Curro Vázquez. Foto: Cabrera (Burladero.com)
“La currovazcada es el nuevo término que acuñan los taurinos, cuando no está el susodicho delante, claro está. La currovazcada es una artimaña puesta en práctica por uno que fue torero, que fue consentido en Las Ventas, que hizo bramar a todo Madrid con victorinos, que llevaba por bandera la pureza del toreo y que ahora embarca el toro de Linares para la plaza que le hizo comprar un chalé.
La currovazcada la podría perpetrar el Lazarillo de Tormes, El Buscón de Quevedo o hasta el mismísimo Dioni. No es así en los toros. La currovazcada la comete un señor bien planchado, de aspecto serio y con olor a torero caro allá donde va. Se transmite vía móvil a la red familiar que trabaja en las dehesas de otros gobernándolas a su antojo durante un rato clave.
El fin de la currovazcada no es otro que embarcar un toro diezmado, un toro que va dos o tres escalones por debajo del nivel del coso en cuestión y que da más pena que miedo.”
Así comenzaba la crónica de Javi Hernández en Burladero.com de la quinta corrida de la feria de San isidro, en la que actuaron Morante, Talavante y Saldivar con toros del ganaduros de moda. Pues bien, a través del blog Toro, torero y afición, me entero que Zabala de la Serna cuenta en su blog que Curro Vázquez ha llamado a Moncholi para que retirarán su crónica sobre el desaguisado del 15 –M. Este es el texto completo del post, en el que queda evidente la catadura personal del taurino prepotente censor Curro Vázquez:
“Hay intrahistorias que necesitan contarse para que quede constancia. Para que el personal sepa de que va la vaina y se entere con que elementos nos encontramos según avanzan las pantallas del videojuego de los taurinos. Por los recovecos de los pasillos, aparecen como zombis para asustarte. Se emboscan en la oscuridad y salan de las celdas como en la casa de los horrores. Los más curtidos en los perreques que agarran los taurinos pasamos de los fantasmas. Javi Hernández ni se ha inmutado cuando Curro Vázquez ha llamado a Moncholi para que "retirasen" de burladero.com su crónica sobre la escandalera del 15-M. A mi me fascina, porque encima de perpetrarla hay que callarla. Y lo que hay hay que hacer es contarla. Contarlos. Los tejemanejes y las bravuconadas.
Yo comí con Curro Vázquez en invierno en un encuentro intermediado por el compañero Rubén Amón, un almuerzo de acercamiento, que si uno lo piensa bien es tontería. Como casi siempre, no sólo en Curro, sino en todo personaje ofendido por tus denuncias, el planteamiento comienza por el yo qué te he hecho, qué tienes contra mí, ha sido una campaña personal, mi pobre hermano, en fin. Total, que quedan las cosas medio qué, y en Castellón con la Manolo González o en Sevilla con la de Torrehandilla, le das sin piedad a las indecentes corridas, pero procuras no nombrar a los Vázquez, que, como dice un ganadero, si pueden embarcan en el perro de la caseta. No los nombras porque te acuerdas de la cara de pena que te ha puesto el maestro, entre indignado y víctima. Te llegas a cuestionar tu maldad, tal es el teatro.
Llega Madrid y vuelven a pasarse siete pueblos. Y pretenden que tampoco les señales. Aunque sepas que han presionado a la empresa, que el ganadero reconoce "su culpa" por dejarse mangonear. No he tenido la suerte de Javi, pero sí he recibido un mensaje guasón del compañero Amón, al frente de la comunicación y asesor del G-10 gracias a Curro, su íntimo. Si fuera el primero que recibo con su firma, hubiera pasado. Pero ya ´van dos en ese plan de "te hago saber", rollo "estoy molesto", traducción: que te tapes. O te calles. Como la llamada de Vázquez a Burladero. Sólo queda un arma, que es la nuestra, Javi: contarlo.”