En este blog (que he tenido abandonado estos dos últimosmeses) he hecho referencia en más de una entrada al estudio que llevamos a cabohace unos años sobre la diversidad familiar. Pues bien, coincidiendo con lareciente publicación y divulgación del estudio (ver aquí) , en el que analizamos seis tiposdiferentes de estructuras familiares (tradicionales , monoparentales,reconstituidas, homoparentales, múltiples y adoptivas), aprovecho para comentaralgunos de los resultados referidos a los problemas y necesidades percibidospor cada tipo de familia.
Así, silas familias homoparentales expresaron su preocupación por el rechazo que sushijos pudieran sufrir como consecuencia del hecho de tener dos madres o dospadres, las monoparentales y las múltiples se refieron a las dificultadeseconómicas, y las reconstituidas a los efectos negativos que pudieran derivarsede la separación de sus padres biológicos. Sin embargo, hay que aclarar que elnivel de preocupación de las familias sobre estos temas nunca fue demasiadoalto, ya que en una escala de 1 a 6, nunca superó el 3.
Por otraparte, estas familias también percibieron las ventajas de su estructurafamiliar. Los padres y madres de familias tradicionales y reconstituidaspusieron especial énfasis enlaexistencia de dos personas adultas a cargo de los hijos, lo que facilitaba laestabilidad de la familia y el apoyo en caso de necesidad. Por el contrario,las madres de familias monoparentales subrayaron la independencia a la hora detomar las decisiones. Las adoptivas y homoparentales coincidieron en que sushijos eran muy deseados, lo que garantizaba en parte la implicación de ambospadres en su crianza y educación. Las homoparentales también destacaron que enla educación a sus hijos iban a estar muy presentes valores como el respeto alotro, la tolerancia o la pluralidad, subrayando al mismo tiempo una visión dela homosexualidad sana y sin prejuicios.
Conrespecto a los inconvenientes que perciben en sus propias estructurasfamiliares, las familias monoparentales, las adoptivas, las reconstituidas ysobre todo las homoparentales, coincidieron en destacar el rechazo social quepudieran tener sus hijos por vivir en una estructura familiar no tradicional.Las monoparentales, además, hablaron de la soledad experimentada en las tareasde crianza, las adoptivas del desconocimiento sobre la vida del niño antes dela adopción, y las homoparentales de la necesidad de tener que demostrarcontinuamente a los demás que eran buenos padres o madres. Las familias reconstituidastambién resaltaron las dificultades de los hijos derivadas de tener que viviren dos hogares, y las dificultades de adaptación a la nueva familia. Lastradicionales comentaron la sobrecarga general de trabajo que tenían lasmujeres y los posibles conflictos generados por la disparidad de criteriosentre padre y madre sobre la crianza de los hijos. Finalmente, las familiasmúltiples hablaron de la cantidad de trabajo y esfuerzo, tanto a niveleconómico como emocional, que requería la crianza de más de un hijo de la mismaedad.
Esdecir, cada tipo de estructura familiar mostró sus fortalezas y debilidades. Yaunque fueron las familias reconstituidas las que presentaron más problemas, hay que aclarar que no fue la estructura familiar en sí sino lacalidad de los procesos a cada estructura familiar la que marcó las diferenciasentre los niños y niñas que crecían en cada tipo de familia. Por lo tanto, sepuede afirmar que cualquier estructura familiar es igualmente válida para garantizarun buen desarrollo y ajuste infantil, pero siempre que en ella estén presentesuna serie de condiciones fundamentales para la promoción del desarrollo, comoson un entorno estimulante y carente de conflictos, unos cuidados de calidad,un estilo de crianza democrático y una buena red de apoyo social.