En fin.
Este año vi las instalaciones más ordenadas. Había más espacio en los pasillos y zonas para lectura y tertulia; hasta presencie una sesión fotográfica y también unos jóvenes acostados en una especie de almohadones leyendo en el suelo. En fin todo un “relax”. Como que la gente se adueñó de los espacios libres, que finalmente se les concedieron.Fue una idea genial la de sacar los puestos de comidas, del edificio principal y colocarlos en una gigantesca carpa en los jardines. Dejó más espacio libre para otras cosas. Además la carpa es señorial y hasta había espacio para dos salas de conferencia. Me gusta el hecho que la admisión a la Feria siguiera siendo libre y que las puertas laterales pudieran permanecer abiertas, lo cual permite una ventilación natural.Por otro lado me parece que las librerías, editoriales y puestos, en su mayoría, no se esmeraron, como en otros años en el ornato de sus puestos, es más, algunas de sus instalaciones lucían viejas y desgastadas. Oí a algunos de los arrendatarios quejándose de lo estrecho de sus espacios.La ex ministra de Cultura Elizabeth Fonseca y sus colaboradores habían iniciado la excelente idea de rendirles homenaje a personas que se habían destacado en el ámbito cultural costarricense. Así asistimos a los que le hicieron a Eulalia Bernard, Ana Poltronieri y Daniel Gallegos.
Me parece una feliz idea la de nuestra ministra de Cultura actual Sylvie Durán, la de rendirles homenajes a nuestros artistas que han engrandecido a esta patria nuestra. Doña Sylvie ha honrado, dentro del marco de la 17 Feria Internacional del Libro Costa Rica 2016, a Rima de Vallbona y a José León Sánchez (Autor de La Isla de los Hombres Solos); quien se vio rodeado de flores, lágrimas, abrazos y aplausos la otra noche en el Teatro Nacional. Ambos todavía están con nosotros, no así Manuel González Zeledón y Yolanda Orea muño, que ya no, nos acompañan. No satisfecha con eso, promete honores para Carmen Lyra y Jorge Debravo, en el 2017 y también se rindió homenaje a la Librería Lehmann toda una institución al servicio del público lector costarricense, con 120 años de hacerlo.Para la Coleccionista de Espejos Franklyn Perry