¿Somos fieles o infieles... con nosotros mismos?Fue escuchando en la radio diferentes posturas sobre qué se considera infidelidad que decidí escribir este artículo. Algunas personas parecen preocuparse por si lo que están haciendo puede ser evaluado o juzgado como infiel. Se preguntan “si estoy teniendo sexo con mi compañer@ y pienso en otra persona, estoy siendo infiel?”, “ si me masturbo viendo pornografía estoy siendo infiel?”, “si le hago sexo oral pero no genital a alguien, estoy siendo infiel?”, “besar a otr@ es ser infiel?”. Así escuché miles de “y si…” Pero definitivamente todos coincidían que si se tiene sexo con otra persona que no sea su pareja sí se considera infidelidad. Ahora bien, hace poco tiempo me enteré que una mujer a la que admiro mucho por su capacidad de irradiar una inmensa salud sexual desde hace tres años mantiene una relación amorosa de a tres! Un trío conformado por ella y dos hombres con uno de los cuales tiene un hijo! Viven con normalidad en la cotidianeidad de todos los días, comparten su día juntos, cocinan, se ocupan del niño… etc. Y dado que esta tri-pareja no son exclusivos con respecto a sus relaciones sexuales hasta se comparten sus experiencias sensuales con otras personas. Con respecto a esto, no es que nunca hubiera escuchado o visto gente que viviera en “trío” sino que es la primera vez que veo AMOR en este tipo de relaciones. Amor libre, con sus idas y venidas como lo puede llegar a tener una pareja de a dos. Ellos lo llaman POLIAMORY y aseguran que es posible vivir así con pleno amor y que por supuesto no se trata sólo de sexo porque para ello son libres de acostarse con quienes quieran. Entonces, si es posible una relación así (algo impensado anteriormente por mí), de qué se trata ser fiel o infiel? Se trata de la forma en cómo mantengo una relación sexual o se trata de otra cosa? Para mí, uno es infiel simplemente cuando no se es verdadero con la persona involucrada, pero sobre todo cuando no somos fieles con nosotros mismos. Por qué no ser abiertos y tener el valor, el coraje, de comunicarle a nuestro ser amado qué esperamos de él o ella. De contarle lo que nos está pasando con nuestros deseos sexuales. “Okey, hoy tuve una experiencia sexual muy fuerte con una mujer que me encontré en la calle…” “…y me sentí culpable” o “…y la verdad que me gustó”. ¿De qué tenemos miedo al callar? ¿Por qué no simplemente expresar quiénes somos en verdad?. ¿Acaso tenemos miedo de que nos juzguen de pervertidos?, o de que no amamos lo suficiente? O quizás tenemos miedo de que nos abandonen y nos dejen de amar sólo porque somos genuinos? Expresar quiénes somos no necesariamente conlleva lastimar a nuestro ser amado pero es cierto que a veces se da. Sin embargo, yo creo que si hablamos desde nuestro corazón (a pesar del revoltijo primero que esto puede ocasionar eventualmente) se nos ve la sinceridad y el amor en nuestro rostro y el otr@ termina por comprendernos y por amarnos TAL CUAL SOMOS. Y si expresarnos a nosotros mismos no funciona así será quizás que hay cosas que el otr@ no quiere ver y que por lo tanto tal vez no seamos para estar juntos. Si yo quiero ser libre por qué atar a la otra personas con mi falta de honestidad y al mismo tiempo, por qué debería dejarme atar? Si te liberas a ti mismo, liberas a tu ser amado. Si liberas a tu ser amado, te liberas a ti mismo. Pruébalo. Yo lo compruebo cada día y me funciona. Ejercicio:Cuando sientas que quieres decirle algo a tu compañer@ que puede llegar a herir sus sentimientos tómate primero un momento para ti y coloca tus manos en el chacra de corazón siendo consciente de lo que estás por hacer. Esto te dará valor y traerá las palabras justas a tu boca. Comunica a tu compañer@: “hay algo que quiero contarte de mí pero tengo miedo de no ser aceptado”. A partir de allí puedes decirle lo que te sucede siempre recordando hablar desde el corazón (sin echar la culpa a nadie por eso) y desde el lugar de lo que a TI te pasa, desde TU sentir.