Sobre la política, la ciencia y todo lo demás
Publicado el 31 marzo 2010 por Hugo
Siguiendo con
lo planeado, aquí va otra ración extra de lecturas -y no sólo lecturas- recomendadas:
Nunca he olvidado una de las últimas lecciones de uno de los maestros de mi generación, Luigi Einaudi, que en un ensayo valiosísimo, Discorso elementare sulle somiglianze e dissomiglianze fra liberalismo e socialismo, después de haber definido con admirable maestría los rasgos esenciales del hombre liberal y del hombre socialista (...) escribía que las "dos corrientes son respetables", y “los dos hombres, aunque adversarios, no son enemigos; porque los dos respetan la opinión de los demás; y saben que hay un límite para la realización del propio principio". Concluía: "El optimum no se alcanza en la paz forzada de la tiranía totalitaria; se toca en la lucha continua entre los dos ideales, ninguno de los cuales puede ser vencido sin daño común".
El empuje hacia una igualdad cada vez mayor entre los hombres es, como ya observó en el siglo pasado Tocqueville, irresistible (...) La gradual equiparación de las mujeres a los hombres, primero en la pequeña sociedad familiar, luego en la más grande sociedad civil y política, es uno de los signos más certeros del imparable camino del género humano hacia la igualdad.
¿Y qué decir de la nueva actitud hacia los animales? Debates cada vez más frecuentes y extensos, concernientes a la legitimidad de la caza, los límites de la vivisección, la protección de especies animales que se han convertido en cada vez más raras, el vegetarianismo, ¿qué representan sino escaramuzas de una posible ampliación del principio de igualdad incluso más allá de los confines del género humano, una ampliación basada en la conciencia de que los animales son iguales a nosotros los hombres por lo menos en la capacidad de sufrimiento?
Se entiende que para que cobre sentido este grandioso movimiento histórico, es preciso levantar la cabeza de las rencillas cotidianas y mirar más arriba y más lejos.
Norberto Bobbio,
Derecha e izquierda, Taurus, Madrid, 1996, pp. 174-176.
¿Cuál es la opinión pública ante estas técnicas y estos productos [transgénicos]? Pues generalmente de rechazo. Las organizaciones ecologistas, las organizaciones no gubernamentales, se caracterizan por haber lanzado campañas de propaganda (...) envío de cartas masivo, manifestaciones (...) o incluso actos vandálicos contra las sedes de las compañías en las cuales se diseñan estos productos. ¿Y eso por qué? Pues porque, para los que tienen esa postura, la utilización de transgénicos supone un evidente riesgo sanitario (...) puede ser un riesgo medioambiental (...) puede alterar las prácticas de cultivo (...) Lo que yo pretendo en los veinte minutos que nos quedan (...) es tratar de discutir este tipo de cosas. En cuanto al riesgo sanitario, debo decirles que la inmensa mayoría de las plantas transgénicas que están comercializadas no están destinadas al consumo humano...
Ángel Gutiérrez Navarro,
Transgénicos: ciencia y opinión pública, minuto 30.
Estamos condenados a leer, antropológica y radicalmente. Por una sencilla razón: nacemos incompletos y tenemos que ir cubriendo los vacíos con los que nacemos (...) En las especies inferiores, los códigos genéticos solucionan todo. El hombre ha perdido sus genes y ha tenido que crear lo que se llama los memes, es decir, elementos culturales que, de alguna manera, cubran los vacíos dejados por los genes.
Antes hablaba de que recibimos contenidos y los transformamos en conocimientos. Cuando hay un lector perfecto, a esas dos «c» añado otra que es la «c» de compromiso. El Quijote se comprometió con los más débiles. Si yo tuviera que elegir un libro, el más rico, del que más contenidos se reciben y en el que necesitamos más experiencia para transformarla en conocimiento, sería el rostro del prójimo. Es el gran libro, por la abundancia de contenidos que emite.
La democracia debe fomentar la lectura para distribuir los saberes y diseminar saberes es distribuir poderes: la esencia de la democracia.
Debemos seguir construyendo bibliotecas porque los ciudadanos las demandan. Son los templos laicos de nuestra democracia. Tenemos además experiencias contrastadas de ayuntamientos que han hecho una apuesta fuerte por una biblioteca pública y han transformado la localidad: Peñaranda de Bracamonte, un pueblo de la estepa castellana de 6.000 habitantes, La Fundación Sánchez Ruipérez estableció una biblioteca, de la que tienen carné todos los vecinos desde el momento que nacen, y después de doce años hay una realidad que diferencia a ese pueblo de otros: una ratio de universitarios altísima, jóvenes emprendedores y pleno empleo. ¿Qué más pedir?
Rogelio Blanco,
Unelibros, pp. 15-16.
Sin duda, un embrión de dos días parece más bien una mora, y podría decirse que el de cuatro semanas desde la concepción se asemeja más a un pez que a una persona. (No obstante, el rumor de que "la ontogenia recapitula la filogenia" es mentira. La famosa frase, acuñada por el biólogo alemán Ernst Haeckel, sugería que los embriones pasaban por fases que determinaban la historia de nuestro desarrollo evolutivo. Esta falacia que tarda en desaparecer puede que alcanzara su punto álgido cuando el doctor Spock, célebre experto en puericultura, dijo en una ocasión, al referirse a los arcos faríngeos embrionarios que parecían agallas, que "mientras se desarrolla, cada niño reconstruye la historia entera de la humanidad, física y espiritualmente". Pero lo cierto es que los embriones humanos no tienen agallas. En la medida que los embriones humanos tempranos se asemejan a otros organismos, a lo que se parecen no es a la forma adulta de dichos organismos sino a sus embriones, como bien supuso Karl Ernst von Baer...)
Gary Marcus,
El nacimiento de la mente (
The Birth of the Mind), Ariel, Barcelona, 2005, p. 54.
Vídeo de un entrenamiento taurino mostrado por el Señor Portabella en el debate de la ILP catalana. En él podemos escuchar los desgarradores gritos del toro al ser atravesado con la espada al no estar presente la banda de música. Precisamente esa es la función de la banda de música, que los lamentos del desdichado animal no molesten al "respetable" público sediento de sangre y dolor ajeno.
Colectivo Antitaurino y Animalista de Bizkaia.
La empatía empezó a formarse hace más de 100 millones de años, mucho antes de que el Homo sapiens pusiese sus pies sobre la faz de la tierra. Por lo tanto, la separación clásica entre animales y humanos basada en la creencia religiosa de que ellos no tienen alma y nosotros sí no tiene ningún sentido. Y son el cristianismo, el judaísmo y el islam los responsables de esta idea errónea. Al fin y al cabo, la semilla de estas religiones occidentales se gestó en un entorno desértico y nómada, donde había pocos animales parecidos a nosotros. Nuestros ancestros imaginaron que la única forma de inteligencia posible era la humana.
Redes para la Ciencia, "Nuestro cerebro altruista", minuto 05:35.