Creo, que la diferencia de los “Grandes” radica en hacer las cosas diferentes, y esto es: primero, no creerse que ya se es grande, y después administrar su tiempo, para tener un balance entre su vida personal y su vida laboral, pero sobretodo la mayor diferenciación radica en hacer sentir gente a su gente.
Muchas veces conocemos gente que marca nuestras vidas, tanto en el aspecto personal como en el laboral. A veces esa gente permanece cerca y otras solo aparece, nos deja algo de sí y se va. Ciertamente algunos jefes no son la excepción a esta situación. Y cuando esto sucede, cuando tenemos un jefe que deja algo de sí y luego se va, normalmente cambiamos nuestra forma de actuar, nos vemos afectados en nuestra manera de tratar a la gente y ante cualquier situación recordamos el impacto que aquel jefe tuvo en nosotros. Eso, reconocen algunos autores es aprendizaje, un cambio en el comportamiento.
También a veces pensamos: “¿Qué hubiera hecho él (ella) en esta situación?” Se vuelve nuestro modelo a seguir, se vuelve alguien a quien admiramos, generalmente porque nos hacía sentir tan bien como subordinados que esa sensación la queremos repetir en nuestros propios subalternos, pero ¿qué es realmente lo que genera ese impacto?, ¿Porqué hay gente así?, ¿Cuál es la diferencia entre un jefe y otro?, ¿Porqué no todos los jefes son iguales si en muchos casos asistieron a la misma Universidad?, ¿Qué es lo que realmente hace la diferencia?, ¿Qué es lo que hace que la gente los considere como “Grandes”? Las respuestas a muchas de estas preguntas, casi siempre son las mismas: “Es un líder nato”, “Tiene un maravilloso don de gente”, “¡Si que sabe tratar a la gente!”, “¡Tiene un carisma maravilloso!”, etc. Y todo esto es cierto, indudablemente es gente que marca la diferencia, es gente que se hace notar, es gente que sobresale y que en la mayoría de los casos cubre con todos los puntos anteriores y además agregaría que es gente que lleva a la práctica TODA la teoría acerca del Comportamiento Humano.
Hablamos de gente que cuenta con habilidades de comunicación, que es líder, que sabe como motivar a su gente, que sabe trabajar en equipo, que tiene habilidades de negociación y no evade el conflicto, lo enfrenta, gente que toma decisiones y que tiene un gran autoconocimiento que repercute en una alta autoestima; sin embargo mucho más allá de toda la teoría, considero que la diferencia radica en que es gente grande, porque cuida las cosas pequeñas. Trataré de ampliar este punto.
Existen diversas teorías sobre el comportamiento, sobre el liderazgo y sobre las habilidades que una persona debe desarrollar para ser “Grande”. Tenemos teorías, como la de Myers- Briggs , que parte de cuatro dicotomías y la combinación que pueda existir de éstas trata de explicar la personalidad de la gente, y por ende las diferencias entre éstas. Estas dicotomías son: Extroversión vs. Introversión, Sensación (de sentidos) vs. Intuición; Pensamiento vs. Sentimiento y Juicio vs. Percepción. La combinación de estas 4 dicotomías da como resultado 16 diferentes tipos de personalidad.
Basado en la teoría anterior, Keirsey , dice que la gente es de determinada forma debido a su temperamento. Keirsey, menciona que la gente es diferente de los demás y que nada los hará cambiar. Señala que aún así no hay razón para cambiarlo, ya que las diferencias probablemente son buenas, no malas. Plantea que la gente es diferente de varias maneras fundamentales. La gente quiere diferentes cosas; tiene diferentes motivos, propósitos, valores, necesidades, objetivos, impulsos y urgencias.
Keirsey no habla de personalidad, sino de temperamentos, y explica que éstos están dados en base a cómo la gente recopila información del medio ambiente (que puede ser con los sentidos (S) o a través de la intuición (N) ) y cómo la procesa (que puede ser o de manera Racional (T), a través de los sentimientos (F), emitiendo juicios (J) o a través de la percepción (P)). La combinación de la recopilación y el proceso que se tiene de la información da 4 tipos de temperamentos básicos, que se pueden resumir de la siguiente manera:
Temperamento SJ o guardianes: Son personas leales al sistema, se rigen por el deber, son muy confiables, tienen resistencia al cambio ya que conservan tradiciones, son precisos y son aquellos que dicen: “Si no está roto, no lo arregles” Personajes de este temperamento: Harry Truman, Elizabeth II, Jimmy Stewart, Madre Teresa, Colin Powell, Elizabeth I y George Washington.
Temperamento SP o artistas: Se considera gente de espíritu libre, están orientados a procesos, son buenos en situaciones de crisis, son impulsivos, tienen una alta necesidad de libertad y de espacio, son flexibles. Disfrutan el momento y son espontáneos. Aplican la frase: “Las ideas generales y abstractas son la fuente de los más grandes errores de la humanidad”. Personajes de este temperamento: Johnny Carson, Bárbara Streisand, Clint Eastwood, Amelia Earhart, Elvis Presley, Elizabeth Tylor y Franklin Roosevelt.
Temperamento NT o idealistas: Es gente que logra sus metas, son personas independientes, curiosos intelectualmente, no son conformistas, es gente basada en principios, y son arquitectos de cambio, se preguntan constantemente: “Qué pasaría si….” Personajes de este temperamento: Anne Lindbergh, Ghandi, Eleanor Roosevelt, Carl Rogers y Molly Brown.
Temperamento NF o racionales: Es gente que cuenta con habilidades interpersonales y puede ser considerado un seductor por su capacidad para convencer. Es gente que es un apoyo para otros, son simpáticos y cuentan con una imaginación vívida. Son hipersensitivos al conflicto, están en una constante búsqueda de sí mismos, necesitan de motivación y reconocimiento y son personas que quieren “Llegar a ser”. Personajes de este temperamento: Albert Einstein, Marie Curie, Dwight D. Eisenhower, Walt Disney, Bill Gates y Margaret Thatcher.
Podríamos seguir exponiendo diferentes teorías que tratan de explicar las diferencias entre las personas. Y aquí la eterna pregunta de ¿un líder nace o se hace? Personalmente me inclino hacia la segunda opción, no sin descartar que en algunos casos hay características de temperamento (concuerdo en este punto con Keirsey) que influyen en la personalidad. Me inclino a pensar que un líder se hace, pensando en que un líder es aquel que para empezar tiene seguidores y eso nos lleva a nuestro primer punto expuesto, un líder, desde mi punto de vista es aquél que genera tal impacto en sus seguidores (entiéndase subordinados) que se vuelve nuestro modelo a seguir, se vuelve alguien a quien admiramos, se vuelve alguien “Grande”, pero ¿qué es realmente lo que genera ese impacto?.
Y la respuesta tendría que volver a ser: “Es gente grande, porque cuida las cosas pequeñas”. Indudablemente su temperamento, rasgos, experiencias y educación influirán en su estilo, pero creo que la verdadera diferencia radica en hacer las cosas diferentes, en no ser “uno más”; la diferencia a veces es tan pequeña que el simple hecho de que sea diferente, lo hace notorio y entonces se ve “Grande”. Sin duda alguna; diría que los líderes cuentan con habilidades que se desarrollan con el tiempo y que inclusive es posible adquirirlas a través de la capacitación; pero creo que la gran diferencia de la que hablo se hace presente en un mundo en donde cada vez el tratar con gente pareciera cosa extraña. Vivimos en un mundo de negocios cada vez más globalizado que hace que el contacto con alguien más sea a través del correo electrónico, o en el mejor de los casos a través del teléfono (sino es que nos enfrentamos a las terribles contestaciones grabadas que nos hacen esperar ansiosamente por un ser humano del otro lado), y esto cada vez se vuelve más común. En el afán de eficientar el servicio a nuestros clientes, hacemos cada vez un mayor uso de “las ventajas de la tecnología” deshumanizando nuestro servicio y atención. Esto es grave, pero en las empresas de servicios, cuyo principal objetivo es el cliente, pareciera que olvidáramos que, para que el servicio exista, no es posible excluirlo de la gente que lo ejerce. Es en este punto que los Recursos Humanos cobran una importancia, a veces olvidada por la vida sin descanso que estamos viviendo día a día.
Creo, que la diferencia de los “Grandes” radica en hacer las cosas diferentes, y esto es: primero, no creerse que ya se es grande, y después administrar su tiempo, para tener un balance entre su vida personal y su vida laboral, pero sobretodo la mayor diferenciación radica en hacer sentir gente a su gente. Es aquí en donde los pequeños detalles hacen la diferencia y a pesar de todas las habilidades con las que pueda contar o haber desarrollado una persona se empieza a generar un cambio. A lo largo de mi vida laboral, he tenido la suerte de encontrarme con jefes que han generado este impacto en mí. Jefes que además de contar con las habilidades antes mencionadas han tenido en común las siguientes características que considero “los pequeños detalles que hacen la diferencia”: Han sido gente con la capacidad de darse el tiempo (que casi nunca nadie tiene o no se lo quiere dar) de sentarse con cada uno de sus subordinados y especificar muy claramente qué es lo que se espera de ellos y así evitar sorpresas ya que ambas partes manejan la misma información y sobretodo el empleado SABE que se espera de él y cuál es el impacto que tendrá su trabajo dentro de la empresa. Son gente que les hablan a todos por su nombre (nunca por sobrenombre), se reportan a llamadas telefónicas, si dicen “al ratito te veo”, lo cumplen; tienen tiempo para responder preguntas de su gente, dedican tiempo a la enseñanza de nuevas cosas, ponen atención cuando le platican algo y después preguntan “¿cómo va ese asunto?”, demuestran interés en la gente, premian y reconocen un trabajo bien hecho en el momento, reprenden también en el momento cuando es necesario, en fin son gente de compromiso y que actúan con coherencia: Hacen lo que dicen y cumplen sus promesas.
Creo que cada vez se pierde más de vista que se trabaja con gente y justamente es ESE el punto de oportunidad más grande que hay para desarrollar las pequeñas habilidades que nos hagan “ser grandes”. Con esto no quiero decir que no se deban tener las habilidades mencionadas de comunicación, liderazgo, trabajo en equipo, motivación, etc. sin embargo, si creo que hay que empezar por este compromiso y trato a la gente para hacer una diferencia, porque si hacemos lo mismo que los demás ¿cómo podremos sobresalir?, ¿Seríamos diferentes a qué o a quién? Después de todo, considero que el verdadero reto está en dar ese cambio cultural desde nosotros mismos; porque si es cierto que como jefes seremos el modelo a seguir, entonces ese es el verdadero desarrollo de habilidades gerenciales….
Fuente Lucía Blanco – http://www.planemprendedor.com/sobre-las-habilidades-gerenciales
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