Revista Cocina

Sobre los sacrílegos y sus sacrilegios Parte XII

Por Bodegaateneo

Volvemos a los sacrílegos con un restaurante local, y no porque en mi viaje a Cantabria no tuviese para alguna entrada más , pero sería injusto con los jóvenes camareros que , con contratos temporales o directamente en negro, buscan su sustento en las costas españolas . Como siempre, no daré muchas pistas , pero si diré que es un restaurante al que he ido en varias ocasiones, aunque la que narro, no me pasó a mi ; durante tiempo estuve rumiando el escribirla o no, pero una conversación con una buena amiga , me hizo ver que no fue un hecho puntual , una conjunción de planetas , sino que algo parecido le ha pasado a más gente.

El hecho aconteció un viernes de invierno, varias amigas habían pedido mesa en el restaurante a las 3.30, ya que todas salían de sus trabajos a las f3842eb6ac4de2b758df57c8b491aef03 ; el comedor entero para ellas, ya que no es un restaurante que abra todos los días, sino la mitad de la semana, y los inviernos burgaleses son muy largos . Tienen una carta interesante, la calidad de la cocina no es el problema . Sin haber acabado aún los primeros, notan como los segundos están en la parrilla de salida, y se sirven con celeridad ; aún no acabado el segundo,  la persona encargada de la cocina , cual Elvis tras Suspicious Minds, abandona el local . El camarero, ultimo bastión de occidente (solo son dos en el restaurante) , empieza a quitar la música, atenuar luces, con signos claros de querer cerrar a las 5 , cuando aún no se habían servido los postres, cafés e infusiones de rigor (eran gente formal, nada de chupitos de hierbas); una vez aparecen los postres , los acompaña ya la cuenta , sin ningún animo ya de permitir un final sosegado de la comida . La buena educación de las chicas impidió un pequeño linchamiento , ya que a nadie le gusta que le echen de esas maneras, y ni que decir tiene, que tras esto, ni ellas ni yo hemos vuelto al local.

Ya he dicho que la parte gastronómica del local es mas que aceptable, pero un servidor siempre ha tenido allí algún problema con el tintado elemento . Su carta de vinos es bastante corta , cosa no mala si la selección es 662831-simpsons_moeszyslak6.gifadecuada, pero siempre, y digo SIEMPRE, el vino que yo pedía nunca estaba en la bodega, y debía acabar comiendo con otros vinos, generalmente mas caros, alguno recomendado por el camarero, pero no siempre con acierto . No es la primera vez que me pasa que un vino descrito en la carta no está disponible (una vez eso me pasó en una bodega, si, una bodega de vino, no les quedaba, pero de eso prefiero no hablar) , pero si que da muy mala imagen que siempre, esos vinos que uno desea probar,  no estén disponibles, generando una frustración antes ya de picar un poco de pan.

Es una pena que un local tan bien valorado por su comida, tenga esos problemas en la sala ; a veces es mas fácil hablar con el cliente, si hay una situación de emergencia que obliga a cerrar antes, que echar al personal de manera tan sibilina y chusca ¿no lo veis igual?

R.

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